martes, noviembre 20, 2007

El Gato



Nunca supe donde quedó el gato, era el regalón de todos, menos el mío, cada vez que estaba sólo lo pateaba, de esta manera el gato de mierda cuando me veía se encrespaba y estaba dispuesto a atacarme. Se tomaba un litro de leche diario, yo un miserable vaso, a él siempre le estaban haciendo cariño, a mi a veces cuando llegaba con una buena nota. El gato claro está, podía dormir donde se le antojara, hasta en mi cama, donde siempre se meaba, lo hacia a propósito, en venganza a la pateadura que le daría cuando estuviéramos solos. Al gato, siempre le hablaban y él parecía poner atención, se las sabía por libro, maullaba y se refregaba en los otros para conseguir algo, yo podía llorar dos horas y con cueva me iban a ver.
Cuando el gato se cagaba en algún lugar de la casa, casi lo celebraban; en cambio yo, ni siquiera tenía el derecho a un peíto, pues mi olor era desagradable ¡Gato de Mierda! Siempre estaba perfumado.
Pero, el gato comenzó a salir de casa se iba por los techos, muchas veces lo buscaron hasta altas horas de la noche, para traerlo de vuelta; yo, a veces llegaba mas tarde del colegio y ni siquiera se daban cuenta- Odio al maldito gato-
Ayer nos dio una tremenda sorpresa razón por la cual el gato salía de casa. NO era gato, ES GATA; no tengo la menor idea de cómo nadie no se dio cuenta, justo ahora estaba preñada. Entonces, las cosas cambiaron y nadie en casa quería más gatos, hasta pensaron en hacerla abortar- menos mal que no le compraron la famosa pastillita- pero ya era demasiado tarde. Me ofrecí para lanzarla al canal, pero me retaron.
Una mañana mi papá la tomó, la sacó de casa y nunca mas volvió, tal vez tenía mala memoria. Desde el día en que se fue la gata las atenciones recayeron sobre mí y todos los sentimientos de amor se dejaron caer sobre mi persona, hasta engordé. Sin embargo, hoy por la tarde mi padre llegó con un perro y nuevamente pasé a segundo plano, pero no crean que me acostumbré, he escuchado por ahí que los perros se atragantan con los huesos de pollo, estoy seguro que a este perrito le encanta el pollo.

La Olla

  La Olla. La familia Barrera estaba sentada a la mesa; era la hora de almuerzo y esta vez a diferencia de los días anteriores la sopa tenía...