Venecia.
Su
mirada se cruzó con la mía
En
la esquina de Torrealba con Bilbao
En
el momento en que la lluvia comenzaba
Al
verla sin paraguas la socorrí para que
no se mojara
Ella
sonrió de buena gana y juntos caminamos
Hasta
lo alto del barrio encalada
Nos
juntamos una y otra vez, con lluvia y sin lluvia
Hablamos
de todo y reíamos de la nada
Jugábamos,
y nuevamente en Bilbao nos besamos
Nuestro
amor fue entretenido, amoroso y podría decir
Que
corría torrentoso en nuestros corazones como el agua
Era
un amor para siempre y por eso nos cazamos
Tuvimos
tres hijos, lindos, maravillosos, muy amados.
Los
años pasaron, nos colmamos de alegrías,
de algunas penas,
De
peleas sin sentido, de caminos bifurcados, pero siempre,
Siempre
en el amor nos confortamos.
Y
en esta vida tan feliz nos vamos de la mano
Como
un sueño hermoso caminamos por las calles
Torrealba
con Bilbao donde siempre llueve y algo de amor
cae.