domingo, febrero 16, 2020

Una brisa muy fresca entra por la ventana de mi cuarto, lo que mi cuerpo agradece.
Es la hora en que pasan los aviones, se ven los que van y los que vienen. Mejoraron las luminarias y eso impide que se vean las estrellas. A diferencia de años anteriores han aumentado los segundos pisos en la población. Ahora hay un silencio agradable que invita a dormir. Después de varios noches de mal dormir está, puede ser de esas en que uno duerme plácidamente.  Despertar con esa sensación agradable de haber dormido toda la noche es algo que alegra el inicio del día.
 Hoy por la tarde un vecino quedó empana de batería, sus sobrinos pasaron empujando su camioneta. Fui a las afueras de casa y pregunte si quería le ayudará y le ofrecí mi batería. Hoy en la noche mientras sacaba la basura, el vecino que vive tres casas más arriba que la mía se esmero por saludarme no lo había echo nunca.
Finalmente cuando casi me dormía el ruido de una moto me remecia pero está decido voy a dormir.

La Olla

  La Olla. La familia Barrera estaba sentada a la mesa; era la hora de almuerzo y esta vez a diferencia de los días anteriores la sopa tenía...