jueves, julio 25, 2019

Con una sopita dejada por la señora Ester el Cholo se preparaba para pasar esta noche fría.
El vecino Juan a pesar de las advertencias que los vecinos le hacían sobre lo peligroso que eran los braseros. Hoy nuevamente soplaba el carbón con un cartón doblado. Don Juan sabia que ese calorcito le salvaba la vida.
El guardia del colegio se pasea más abrigado que astronauta. En la esquina un zombi sobaba sus manos queriendo ahuyentar el frio mientras esperaba sus clientes. Más allá la botillería estaba abierta. Una luz de un poste parpadeaba, la luna timidamente se asomaba por una nubosidad oscura. Un televisor encendido se divisaba desde la ventana de la señora Ester que no dormía preocupada por el cholo. Mientras Don Juan cerraba los ojos ante un brasero que chispeaba en un invierno que recién comenzaba.
Con una sopita dejada por la señora Ester el Cholo se preparaba para pasar esta noche fría.
El vecino Juan a pesar de las advertencias que los vecinos le hacían sobre lo peligroso que eran los braseros. Hoy nuevamente soplaba el carbón con un cartón doblado. Don Juan sabia que ese calorcito le salvaba la vida.
El guardia del colegio se pasea más abrigado que astronauta. En la esquina un zombi sobaba sus manos queriendo ahuyentar el frio mientras esperaba sus clientes. Más allá la botillería estaba abierta. Una luz de un poste parpadeaba, la luna timidamente se asomaba por una nubosidad oscura. Un televisor encendido se divisaba desde la ventana de la señora Ester que no dormía preocupada por el cholo. Mientras Don Juan cerraba los ojos ante un brasero que chispeaba en un invierno quw recién comenzaba.
Con una sopita dejada por la señora Ester el Cholo se preparaba para pasar esta noche fría.
El vecino Juan a pesar de las advertencias que los vecinos le hacían sobre lo peligroso que eran los braseros. Hoy nuevamente soplaba el carbón con un cartón doblado. Don Juan sabia que ese calorcito le salvaba la vida.
El guardia del colegio se pasea más abrigado que astronauta. En la esquina un zombi sobaba sus manos queriendo ahuyentar el frio mientras esperaba sus clientes. Más allá la botillería estaba abierta. Una luz de un poste parpadeaba, la luna timidamente se asomaba por una nubosidad oscura. Un televisor encendido se divisaba desde la ventana de la señora Ester que no dormía preocupada por el cholo. Mientras Don Juan cerraba los ojos ante un brasero que chispeaba en un invierno quw recién comenzaba.

La Olla

  La Olla. La familia Barrera estaba sentada a la mesa; era la hora de almuerzo y esta vez a diferencia de los días anteriores la sopa tenía...