De nuevo en este mundo con los zapatos de cuero puesto, los pantalones
de cótele y el grueso chaleco de lana, yendo a comprar la marraqueta
calientita para comercela con mantequilla y un mate inspirador de
poesias que nunca voy a escribir y que solo quedaran en la memoria de un
buen desayuno que ha servido para olvidar el frio de esta mañana.
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La Olla
La Olla. La familia Barrera estaba sentada a la mesa; era la hora de almuerzo y esta vez a diferencia de los días anteriores la sopa tenía...
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Te amo está noche de luna llena, de cielo infinito de estrellas, te amo en este silencio nocturno, que nada inquiete tu sueño, que mi vo...