martes, julio 25, 2017

De nuevo en este mundo con los zapatos de cuero puesto, los pantalones de cótele y el grueso chaleco de lana, yendo a comprar la marraqueta calientita para comercela con mantequilla y un mate inspirador de poesias que nunca voy a escribir y que solo quedaran en la memoria de un buen desayuno que ha servido para olvidar el frio de esta mañana.

La Olla

  La Olla. La familia Barrera estaba sentada a la mesa; era la hora de almuerzo y esta vez a diferencia de los días anteriores la sopa tenía...