lunes, marzo 12, 2012

Entre Gallos y Medianoche


Entre Gallos y Medianoche

Las elecciones se acercan a pasos agigantados y muchos de los políticos aparecen como verdaderos muertos resucitados. Al contrario de muchos jóvenes, que con grandes sueños entran a la arena política, llenos de esperanza e ideas renovadoras; tal vez ellos deberían ser los que ganaran más espacios.
Sin embargo, el dinero es un verdadero escollo para aquellos, que al igual, que está humilde persona pretenden levantar una candidatura; las exigencias económicas comienzan desde  la inscripción en algún partido político que te exige cuotas mensuales, para quien gana un poco mas del mínimo esto es un verdadero problema, dejar de llevar dinero a la casa con la importancia que este tiene y dejarlo como cuota en un partido político que no logra financiarse de otro modo, es el primer colador que deja fuera al pobre, porque digámoslo de la manera mas sincera ser pobre en este país te quita la oportunidad de ser candidato a cualquier cargo político.
Por otro lado las definiciones de las listas de los candidatos a concejales y a Alcaldes se van depurando entre cuatro paredes y los acuerdos entre gallos y medianoche toman consistencia en los consensos dejando de lado la tan anhelada democracia. En el Pro, mi partido actual, las cosas no han sido diferentes como lo pudiera pensar algún ciudadano, viendo en este partido, un partido renovador y que viene a dejar atrás las políticas retrogradas y mancilladas por las elecciones a punta del dedo. Hace unos días unos de los candidatos a concejal vociferaba REVOLUCIÓN  en la educación, en un lenguaje soez, dejando ver claramente que la revolución que él proponía, dejaba de lado un lenguaje mas docto, además se vanagloriaba de que a él era uno de los llamados por los altos mandos quienes con visión apoteósica veían en él un gran líder y para rematarla señalaba que el tiempo no permitía que los militantes eligieran a sus representantes, sino que él estaba de acuerdo en un consenso entre cuatro paredes, así, este revolucionario representante de los colectiveros defendía su candidatura; en vista de ello no había otra opción que alejarse avergonzado de los quehaceres políticos que siguen mostrando la opción de que la democracia sigue coartada, la igualdad soñada esta lejos.
Ser candidato a Alcalde o a concejal en la actualidad, cuesta varios millones de pesos, por lo tanto nadie que gane un sueldo mínimo o derechamente sea pobre puede entrar a las filas de la política por sus propios medios.
Muchos votaron por el Presidente actual con la mano en el bolsillo de él, pensando que  solucionaría los problemas nacionales ya conocemos de sobra el resultado.
El dinero toma una consistencia casi obligatoria en la política, quien mas gasta mas opciones tiene para ganar, de esta forma  un candidato sin recursos es prácticamente un candidato que se pierde. Entonces cabe la pregunta ¿hasta cuando nosotros los electores nos dejaremos llevar por la consigan falsa y embustera? ¿Cuándo nuestro voto será debidamente estudiado y votado a conciencia?
Mi candidatura será apabullada en cualquier momento por la falta de dinero, las razones políticas sobraran, mis ideas las he expresado largamente en las diversas crónicas de este prestigioso diario: Tal vez en algún momento tengamos las suficientes cooperativas de trabajadores esforzados dejando en el pasado los tediosos y largos viajes al trabajo y seamos una comuna sustentable, tal vez en el futuro tengamos un municipio con puros trabajadores puentealtinos, tal vez no se necesite tener que pagar sueldos en cargos innecesarios, tal vez quienes decidamos candidatearnos no necesitemos del dinero para obtener el triunfo sino que triunfen las ideas.
El bien común es elecciones democráticas, tenemos el derecho constitucional de elegir a quienes nos representan. Marcos Enrique desde un comienzo se esforzó porque hubiera elecciones primarias para la elección de Presidente de la Republica, hoy las primarias en parte del PRO son rechazadas por sus propios militantes ¿entonces que cambió?

La Olla

  La Olla. La familia Barrera estaba sentada a la mesa; era la hora de almuerzo y esta vez a diferencia de los días anteriores la sopa tenía...