martes, marzo 10, 2009

El Presente

Hay cosas que uno puede vislumbrar en el futuro, pero saber que hay mas allá de la muerte es algo que queda entregado a la fe. Siendo así para algunos la vida continúa después de la muerte aunque no posean ninguna prueba de ello, para otros la muerte es sencillamente el final. Sin embargo, además de el irremediable destino de fallecer, durante la vida son muchas las cosas que se nos van muriendo lentamente, como por ejemplo: la memoria, quien es la fiel representante de nuestro pasado, es ella la que mantiene viva la noción de lo que fuimos, de nuestra historia, pero cuando está comienza a fallar, el pasado comienza unirse a esa fatalidad del olvido que es asimilable a la muerte; por lo que, es una forma de desaparecer. Un pueblo sin memoria es un pueblo sin identidad, es por ello que se hace necesario refrescar el pasado, a través no tan sólo de la memoria, sino que también a través de la escritura o otro medio que permita plasmar el pasado. No podemos olvidar las atrocidades cometidas por Hitler- el Holocausto-como pretendía un obispo argentino, tampoco la notable lucha de Gandhi, ni tampoco olvidar que día a día aún hay gente muriendo de hambre y en las dolorosas guerra.

¿Como podemos mirar al futuro si la muerte nos acecha? la respuesta parece sencilla, viviendo la vida, como sí este día -aunque parezca cliché- fuera el último de tu vida y en ello un rol importantisimo juega el abrazas a tus mas cercanos con un abrazo verdaderamente entregado, sintiendo que en ello va todo tu amor y luego continuar está epidemia de amor en el trabajo con los amigos y contagiar de amor, porque cuando el otro te pregunté por qué abrazas de esa forma dile que él experimente sus propios abrazos para descubrir que se siente, de está forma simple perpetuaremos un poco de nosotros en el otro, permaneciendo en su memoria y con ello alargando nuestra vida.

Hoy todo parece tan rápido se nos van seres tan queridos y sus funerales son gigantescos y tumultuosos, pero olvidamos pronto esos echos, parecemos acostumbrados a la muerte, parecemos acostumbrados al olvido.

La vida se inicia en todos los amaneceres, en la luz que nos aleja de las sombras, en el trinar de los pájaros, en el viento, en la lluvia, en la cordillera, pero por sobre todo en la memoria de acordarse de que hoy la tarea mas importante no es amarlos a todos, sino que, amar al que está mas prójimo.

Entonces, preguntarnos que hay mas allá de la muerte puede carecer de sentido cuando tenemos que hacer tanto por esta vida.

La Olla

  La Olla. La familia Barrera estaba sentada a la mesa; era la hora de almuerzo y esta vez a diferencia de los días anteriores la sopa tenía...