Los Ochenta
¿Qué nos pasó? Fue una de las preguntas que se hace Martín, mientras conversa con su hermana en la teleserie “Los Ochenta”. Y después de tantos años en que la dictadura parece lejana está pregunta reflota en la sociedad chilena y es bueno preguntársela nuevamente ¿qué nos pasó; y ¿qué nos sigue pasando?, el individualismo encarnado con el cual vivimos hoy nos deja en el mas absoluto desamparo, la rabia que llevamos dentro y que la reventamos en la cara del otro cuando sencillamente no se apura con su vehículo, los años nuevos multitudinarios que nos piílla mirando al cielo para luego volver a casa sin ni siquiera haber abrazado al que estaba al lado, es que antes recorríamos todas las casas para abrazar a quien fuera; eran otros tiempo, ¿era otra la democracia? Los errores del pasado siguen estando presente en nuestra sociedad, aún no cerramos las heridas que dejó la dictadura y cuando aparece un candidato de derecha casi a punto de triunfar en las elecciones, sentimos el miedo al pasado, de encontrarnos en el poder con aquellos que demoraron años en darse cuenta que en este país se violaban los derechos humanos, a aquellos que con su prepotencia nos arrancaron la confianza.
. ¿Qué nos pasó entonces? Nos preguntan nuestros hijos y la verdad aflora en las palabras de Ana “lo que nos pasó que nunca mas nos vuelva a pasar” .La familia por sobre todas las cosas debe permanecer unida esa es la gran lección que nos deja esta serie “Los Ochenta”.
Nos estamos quedando solos en este mundo viviendo como en Babel donde no logramos encontrar el entendimiento, vivimos como el perro y el gato Se hace necesario encontrar el camino, en unos días mas debemos optar nuevamente por quien gobernará este país si el gato o el ratón. Y la decisión está en nosotros, que somos blancos y negros, de derecha, centro o izquierda, alto o bajo, gordo o flaco, pobre o rico, meísta o arratísta, de Las Condes o de Puente Alto, conservadores o progresistas y se hace necesario escucharnos por sobre todas las cosas.
La mayoría quiere cambios y estos pasan por acabar con la municipalización de la educación, parar con los abusos de los trabajadores con un nuevo Código del Trabajo, reforma tributaria que aliviane la carga de la “clase media” y que suba el impuesto a las empresas que vienen siendo los mas bajos del mundo, mas becas para los estudiantes mas necesitados, por lo menos una Universidad estatal y gratuita. Un Chile compra en donde la decisión final no quedé en las manos del Alcalde, que se acabe el sistema binominal y que el bicentenario sea una alegría para todos los chilenos.
Fernando Aravena Torres
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