sábado, junio 11, 2016

Lentejas


Mi tía Mireya fue de esas mujeres aguerridas que en tierras extranjeras lo dan todo por salir adelante con su familia. Llegó con su familia a Brasil en los años 70
Y yo aparecí inesperadamente en el año de 1979 su cariño fue leal a toda prueba, ella era una mujer muy activa y siempre estaba haciendo cosas para vender entre los chilenos residentes y vecinos, hacía un pan de pascua delicioso y era una muy buena amiga y conversadora, adoraba las películas de Bangui Bangui como ella decía de allí que siempre la podíamos encontrar en la casa de la vecina Creonicie disfrutando de un cafecinho y de una de esas famosas películas de indios y vaqueros. Yo trabajaba en una fábrica pequeña de figuras de yeso y llegábamos a almorzar con mi primo para luego volver al trabajo y llegar a la cena, fue en uno de esos días que mi tía hizo lentejas con queso rallado a mí me gustaban las lentejas pero el queso rallado me provocaba casi nauseas, es por ello que ese día le pedí disculpas y no almorcé , por la tarde despues del trabajo venía con hambre y me senté a la mesa ansioso, para mi sorpresa nuevamente había lentejas nuevamente no comí, mi tía pacientemente retiraba el plato y decía que no tenía nada más con una ternura de madre que enmudecía a cualquiera. Al otro día llegamos un poquito más tarde a almorzar y evidentemente con mucha más hambre. Otra vez las lentejas humeantes estaban sobre la mesa casí con lagrimas me fuí a recostar un ratito con un hambre que me devoraba por la tarde estaba seguro que mi tía ya había votado las lentejas y comeríamos otra cosa mi sorpresa fue mayor porque ahora sobre la mesa estaban las mismas lentejas con más queso espolvoreado sin pensarlo dos veces abrí mi boca y me las comí saboreando cada cucharada o si no seguramente me moría de hambre ante la persistencia de una gran lección de mi tia que en casa de ella se comía lo que había.


La Olla

  La Olla. La familia Barrera estaba sentada a la mesa; era la hora de almuerzo y esta vez a diferencia de los días anteriores la sopa tenía...