sábado, mayo 07, 2016

El Suicida

Parado en medio del pasillo, mientras el metro avanza a gran velocidad, con los ojos llorosos y la voz quebrantada dijo algo que poco se entendió; al terminar subió su mano derecha, la que tenía un revolver, hasta su sien y sin dudar apretó el gatillo. En el intertanto que el cuerpo se desplomaba el tren se detuvo se abrieron las puertas algunos pasajeros asustados, nerviosos descendieron apresurados, otros se quedaron en sus asientos curiosos y con asombro observaban como el holograma del suicida se esfumaba.

La Olla

  La Olla. La familia Barrera estaba sentada a la mesa; era la hora de almuerzo y esta vez a diferencia de los días anteriores la sopa tenía...