Ya comenzaba a refrescar cuando estaba en las
afueras de la panadería esperando a mi señora, cuando me encontré con un amigo
de infancia y con el cual posteriormente compartimos muchos momentos en
nuestras vidas. Hace un tiempazo que no nos veíamos. Hola, me dijo y estiro a
su mano para luego recogerla con cierta timidez; ¿qué te pasó? Me preguntó al
verme con muletas.
Artrosis, le respondí
¡pucha! ¡Que lata! Bueno, cuídate, nos vemos y se
fue raudamente.
Quise gritarle NO ES CONTAGIOSO
Luego pensé,
¿y tú cómo estás? Me hubiera gustado preguntarle, tal vez para hablar de
otras cosas.