miércoles, marzo 29, 2017

Me quedé suspendido en el otoño de hoy, desde allí pude ver como las hojas caían alborotadas a mi jardín

martes, marzo 28, 2017

Hoy llegaron las hojas de otoño/ están recargadas/ llegaron agrupadas y felices/ están diversicadas en colores y especies/ habladoras y entusiastas/ dispuestas a la eternidad en los jardines/ se metarfosean terminan siendo verdes y cafesosas / el viento las zangolotea como niñas traviesas.
Un viento frio se cuela por puertas y ventanas aun entreabiertas / el frio nos susurra palabras al oído/ las uvas nacen al vino/ el otoño no solo es hojas y frio/ es también tu cuerpo arropado al mío.

martes, marzo 21, 2017



Mi último verano

Hoy es una noche agradable aquí, en la playa es más diría que hace calor digo esto porque acá en La Serena las noches son más bien frías; es por ello que me aventuré a caminar por la orilla del mar y con los pantalones arremangados y los zapatos en la mano caminé largamente desde cuatro esquina hacia el faro lo hice primero caminando de prisa chapoteando en el agua lo que me causó gran alegría luego fue más pausada la caminata, tal vez más romántica sobre todo cuando al volver mi señora me esperaba sonriente y me daba un gran abrazo y beso, salimos de la playa y nos sentamos en una banca que tiene como vista el cielo estrellado y el mar. Me acomodé el pantalón, lo sacudí de la arena y me puse los zapatos, permanecimos con mi mujer un buen rato de la mano conversando cosas triviales. Luego nos fuimos al vehículo y volvimos a casa, luego de una ducha mi señora tenía lista la cena, con la compañía de una copa de vino nos fuimos a la cama he hicimos el amor, por la mañana volvimos a hacerlo nos duchamos juntos, luego en pie salimos de compras volvimos a casa dejamos las cosas que habíamos comprado nos pusimos traje de baño y partimos a la playa, siempre hemos tenido la costumbre de ir a a la playa por la mañana cuando hay muy poca gente, iniciamos nuestra caminata por la orilla del mar con una conversación amena donde arreglamos el mundo, nos bañamos, reímos y después de asolearnos un rato volvimos a casa, esta vez nos mojamos con una manguera en el patio para sacarnos la arena lo que lo hacemos con algarabía. Almorzamos, dormimos siesta por la tarde toando cafecito; por la noche mientras veíamos televisión y cuando ella vio que estaba medio dormido ella me movió ligeramente, me habló de forma suave puso en mis manos los bastones y me dijo: vamos a dormir viejito, la miré con suavidad y le dije estaba soñando que caminaba y estábamos en La Serena.


sábado, marzo 18, 2017

Me dejaré morir en alguna esquina con mis amigos,
o distraído leyendo un libro
tal vez robándole un beso a la mujer que amo
o caminando por el barrio fumando cosa que no hago,
quizás en alguna playa mirando las estrellas,
o en el campo haciendo un asado,
tal vez bajo una fuerte lluvia de invierno,
o tomando una cerveza bien helada con mi mejor amigo,
me dejaré morir abrazando tu cuerpo desnudo
o en la infamia de algún bar maldito.

sábado, marzo 11, 2017

El Ciego
Los Marín Gómez fueron una familia numerosa, vivían todos juntos hermanos y primos, la puerta de casa de los marines siempre estaba abierta, allí siempre había alguien en la puerta o en la ventana. La señora Doris la mamá era una señora de la cual destacaba su cabello colorín, siempre estaba dando órdenes para de alguna forma ordenar el caos que era vivir en esa casa. El ciego creció en esa familia numerosa de niño llamaba la atención por sus lentes poto de botella y por ello recibió el apodo de El ciego, era inquieto y parecía estar en todos lados, algunos creían que el ciego además era medio gil. Con los años la familia creció y son innumerables los oficio que de allí salieron, todos esforzados, una de las hijas se fue para el norte muy joven se subió a un camión y vino de visita cuando ya estaba casada. El ciego aprendió todas las artes de la construcción como el abuelo Marín, y se mandó a cambiar para Lapa allí se puso a hacer casas y de allí en adelante el ciego del cual nadie tenía esperanzas se puso a ganar plata como malo de la cabeza, en sus comienzos se gastaba millones en parrandas con sus viejos amigos del pool de la esquina donde pasaba la mayor parte de su tiempo mientras fue joven. Hoy el ciego ya no usa lentes de botella, vive en una tremenda casa con piscina y lago propio, viaja por donde se le da la gana, está casado y a pesar de que hacen años que no lo veo he escuchado que hoy muchos lo llaman Don Carlos Lazo Marin, yo solo les cuento que es mi amigo en Facebook.

Los géneros





El invierno llegó con mucha dureza a casa y mi mamá ya no costuraba en el cuarto que daba a la calle sino que llevó su máquina Singer que era de tenía una tabla de madera muy firme por donde pasaban los géneros y era de fierro lo que la hacía muy pesada, la acomodo en el cuarto de nosotros que era más abrigador.  Una noche costuraba el último pantalón que le había dejado una vecina. Nuestra despensa estaba vacía y hace días que para la once tomábamos solo tecito, entonces me recosté en la cama he imagine que venía una señora con cuatro géneros, vi los colores y visualice exactamente como sería el pedido y el dinero que mi madre recibiría que vendría a sacarnos de muchos apuros; esa noche me pareció sentir que mi mamá solloza en su cuarto que estaba contiguo al nuestro. Por la mañana a eso de las once me tocó abrir la puerta de casa y allí estaba la misma señora que había imaginado, los mismos géneros y las mismas ganancias. Fue tanto el asombro y susto de lo sucedido que decide que era mejor dedicarme a otra cosa que fuera más terrenal.

jueves, marzo 09, 2017

El Encuentro




Ya comenzaba a refrescar cuando estaba en las afueras de la panadería esperando a mi señora, cuando me encontré con un amigo de infancia y con el cual posteriormente compartimos muchos momentos en nuestras vidas. Hace un tiempazo que no nos veíamos. Hola, me dijo y estiro a su mano para luego recogerla con cierta timidez; ¿qué te pasó? Me preguntó al verme con muletas.
Artrosis, le respondí
¡pucha! ¡Que lata! Bueno, cuídate, nos vemos y se fue raudamente.
Quise gritarle NO ES CONTAGIOSO
Luego pensé,  ¿y tú cómo estás? Me hubiera gustado preguntarle, tal vez para hablar de otras cosas.

domingo, marzo 05, 2017

Me gusta tu cuerpo desnudo
mis manos acariciando cada poro,
cada verso de tu cuerpo
deberías quedarte desnuda
más veces para satisfacer todas mis curiosidades
y desde luego todas las tuyas
después de todo estamos en un mundo de igualdad
donde lo tuyo es mío y lo mío tuyo
claro con una salvedad
los domingos me traerás desayuno a la cama.

La Olla

  La Olla. La familia Barrera estaba sentada a la mesa; era la hora de almuerzo y esta vez a diferencia de los días anteriores la sopa tenía...