Educación gratis, impuesto a la bencina , abusos de los bancos, cuentas de la luz y el agua altas, la comida mas cara de Latinoamérica, caros los peajes, cualquier certificado es casi usurero el precio, sueldos bajos, la justicia no funciona, los políticos no sirven, la democracia está demacrada, la salud está mala, el gobierno no presta, las desigualdades son cada vez mas grandes, la delincuencia, pasajes caros, el alto costo de los combustibles, la destrucción del medio ambiente, la construcción de represas, el maltrato a los animales, el lucro, etc.,etc. Con todo esto nos queda claro que lo que está malo es el SISTEMA (neoliberalismo, globalización, la política) y en eso todos estamos de acuerdo, sabemos del problema pero no de la solución.
La clase media cansada del endeudamiento está en las calles golpeando ollas y participando de los movimientos sociales. Los ricos ni siquiera están expectantes, sino que siguen disfrutando del bienestar que el capitalismo les ha dado. Los pobres viviendo con la delincuencia en la puerta de sus casas, la droga en sus calles, y el enajenamiento social se perfila como un mundo en donde la fe y no sola la religiosa, la FE con todas sus letras en todo se ha perdido. Los pobres se rascan con sus propias uñas.
Todos de alguna forma sabemos que las cosas están cambiando en el mundo, los diferentes fenómenos nos mantienen expectantes y sin pelos en la lengua nos decimos que algo grave puede pasar.
No toda la gente está en las calles manifestándose, faltan todos aquellos que desesperanzados, incrédulos y resignados aún permanecen en sus casas.
De una u otra forma la mayoría, a pesar del pesimismo que nos abraza, estamos esperanzados en que algo cambie, en que el gobierno por fin se comprometa de verdad con todos los chilenos, y nos enseñe a ver el mundo desde otra perspectiva y no que todo puede estar bajo la siniestra sombra del lucro.
Porque al parecer todos concordamos en que hay cosas que cambiar (lucro, sistema binominal, participación ciudadana, constitución política etc) lo que no entendemos es que el Gobierno, La Concertación, La Alianza y otros no encausan el mismo camino. Cada uno de ellos representa y tiene un camino propio.
Olvidando que el único camino posible es para el cual fueron elegidos: EL BIEN COMUN.
Cuando dejen de velar por sus interese partidarios y personales, y piensen en cada uno de los chilenos, nuestras vidas tomaran un rumbo de igualdad.
De está forma vista la vida, quizás el gran cambio mundial que se avecina a pasos agigantados nos encuentre mejor posicionados y no tan desamparados como lo estamos hoy.
