La lluvia no amainaba y Heriberto Fuentes insistió a su mujer en que tenía que salir a comprar.
- pero, no te demores mira qué no están los tiempos para resfriarse le dijo Carmen a su esposo.
- no te preocupes, vuelvo al tiro.
Heriberto se puso su parka, su bufanda café, un gorro de lana y tomó el paraguas que estaba al lado de la puerta de salida.
El agua corría por la vereda y los zapatos de Heriberto chapoteaban cada vez que daba un paso, al doblar en la esquina divisó que el almacén estaba abierto. Compró pan y cigarrillos salió con la bolsa y de vuelta a su casa decidió, debido a que la lluvia paró, caminar un poco más y se fue en dirección a la plazuela que estaba frente al almacén.
Carmen entretanto preparaba todo para tomar café. Luego corrió un poco la estufa, encendió la televisión y esperó.
Al cabo de una hora Heriberto no llegaba, entonces decidió salir a buscarlo, preguntó en el almacén y le confirmaron que había estado allí, alguien dijo que lo vieron en dirección a la plaza, recorrió la plaza y alrededores. Esperanzada de que ya hubiera vuelto, abrió la puerta y se dió cuenta que todo seguía igual. Se sintió abrumada, luego al paso de las horas enojada. Quizás pa dónde se fue? Era la pregunta que se hizo cuando se fue a la cama, era tarde, seguramente llegaría de madrugada y sería la segunda vez que le pasaba esto en su matrimonio que ya llevaba cinco años.
Heriberto no llegó en toda la noche, entonces ella fue a la policía quién en el día siguiente inicio la búsqueda. Ella recorría junto a familiares y amigos diversos lugares.. Al cabo de unos días nadie sabía que había pasado. La noche del jueves justo cuando se cumplía una semana Carmen salió a dar otra de las ya tantas vueltas que había dado en busca de su marido, casualmente era la misma hora en que había desaparecido. Volvió una vez más derrotada. Cuando abrió la puerta de casa Heriberto estaba preparando la mesa para tomar café.
Y tú dónde andabas? Preguntó Heriberto
- estás bien, donde estabas? Qué te pasó?
Heriberto sorprendido le dijo - como no ves fui al pan y volví al tiro, qué acaso me demoré mucho? Y sonrió
Pero, si te fuiste hace una semana
Estas loca mujer. Aprovecha tomemos café mira qué el pan está calientito.
Carmen incrédula tocó el.pan y sintió el calor de este. Se sentó y no entendiendo nada le comento a su esposo que era Jueves 27 y el había salido en jueves 20.
Heriberto pensando en que su.mujer estaba desvariando, tomó el calendario, encendió la radio y comprobó que efectivamente se había perdido una semana.
Ambos buscaron alguna explicación. Él solo recordaba que fue a comprar y volvió.
Todo en él estaba tal cual había salido, sus ropas húmeda por la lluvia, su paraguas y su cajetilla de cigarrillos aún cerrada.
Nunca supieron que pasó y lo contaban a sus amigos como una trágica y enigmática experiencia.