Mi tía Valquiria hace nueve años que vive en Italia, y hoy su
deseo más grande es volver a Chile de visita para ver a sus hermanas;
es por ello que sus sobrinas atendiendo a la nostalgia de la tía le
compraron un pasaje de ida y vuelta a Chile. Mi tía en las mañanas,
luego que mi tío se va a su trabajo, toma los pasajes y los observa
detenidamente mientras su mente la lleva a su país natal, se ve llegando
y observando la nevada cordillera, eso porque su viaje lo quiere hacer
en invierno, además puede sentir el olor a humedad de la tierra, los
aromas de las verduras y los largos abrazos que dará a sus hermanas;
primero visitará a la menor, mi tía Doris que ya tiene unos 67 años,
luego irá donde su hermana mayor la tía Elvira que tiene alrededor de 75
años tres años mayor que ella. Les contará como es el país donde vive,
lo grande que están sus hijos y las ganas terribles que tenía de comer
una cazuela. Lo otro que quiere hace es caminar por las calles que la
vieron crecer y ver el colegio donde estudió; maravilloso sería
encontrarse con alguna de sus viejas amigas. De pronto se le llenan los
ojos de lágrimas, se va al baño y mientras se ducha enhebra cada uno de
los momentos en que ocupará el día de hoy; primero ira a la farmacia, su
remedio para el riñón se le está acabando, su presión ha estado alta
los últimos días, comprará enalapril y necesita algo para la depresión.
Luego irá al supermercado necesita queso se acostumbró a comer pastas
casi todos los días como lo hacen los italianos, no sabe cómo lo hará en
Chile pero, se imagina que una marraqueta calientita aminora cualquier
hambre. Y volverá a casa a hacer el aseo y preparar el almuerzo, sus
hijos siempre están hambrientos.
Hoy volverá a insistir en su viaje con su marido, este se opone rotundamente a este; le dice que ella está demasiado enferma para ese viaje. Mi tío se niega por envidioso y egoísta, pero mi tía se siente subyugada a él y no tiene fuerzas para contradecirlo. Sus penas se las cuenta a su vecina la señora Albertina quien siempre la escucha con un cafecito en la mano.
El médico le dice a mi tía que debe intervenirse el riñón lo más pronto posible, eso la amarga demasiado, ella quiere viajar a Chile lo más pronto posible antes de que acabe el invierno quiere sentir el frio y acurrucarse en la cama; les preparará sopaipillas a sus hermanas hace tiempo que no hace pero sabe que le quedan riquísimas.
Mi tía está internada en el hospital de la misericordia, salió bien de la operación, se quedó con un riñón y el médico le aseguró que en nada le afectará su vida, vivir con un riñón es totalmente posible hoy. Sin embargo debe guardar reposo su viaje a Chile lo postergó para el próximo invierno, eso la tiene demasiado triste su amiga y vecina le dice que un año pasará pronto, yo pienso lo mismo eso dará tiempo para convencer definitivamente a mi tío para que la dejé viajar.
Las maletas están hechas y mi tía está con un ánimo sorprendente ha recuperado peso, ya no está tan delgada y ha vuelto a ser la gordita que todos conocemos, sus hijos han comprado algunos regalos para los parientes y mi tío a pesar de su consentimiento está con un humor maldito. Mi tía viajará el quince de julio.
Faltando tres días para el viaje mi tío desistió del permiso y obligó a mi tía a deshacer las maletas- si viajas me separó- le ha dicho. Mi tía a pesar de que todo el mundo le dijo que viajara retiró la reserva y postergó el viaje no se sabe hasta cuándo.
Últimamente mi tía se siente demasiado cansada, solo piensa en dormir a descuidado la casa y solo habla en castellano aunque nunca aprendió a hablar bien el italiano, se le ve muy mal todos sabemos que la nostalgia la está matando y mi tío no da sui brazo a torcer.
Ayer dejamos a mi tía en el cementerio amaneció muerta, se fue en el sueño en sus manos se encontró una fotografía de sus hermanas. Mi tío no tuvo lágrimas para ella y nosotros estamos demasiado tristes.
La señora Albertina dice que mi tía Valquiria se fue a Chile sus hermanas dicen haber sentido su presencia sobre todo cuando toman un tecito con sopaipillas.
Hoy volverá a insistir en su viaje con su marido, este se opone rotundamente a este; le dice que ella está demasiado enferma para ese viaje. Mi tío se niega por envidioso y egoísta, pero mi tía se siente subyugada a él y no tiene fuerzas para contradecirlo. Sus penas se las cuenta a su vecina la señora Albertina quien siempre la escucha con un cafecito en la mano.
El médico le dice a mi tía que debe intervenirse el riñón lo más pronto posible, eso la amarga demasiado, ella quiere viajar a Chile lo más pronto posible antes de que acabe el invierno quiere sentir el frio y acurrucarse en la cama; les preparará sopaipillas a sus hermanas hace tiempo que no hace pero sabe que le quedan riquísimas.
Mi tía está internada en el hospital de la misericordia, salió bien de la operación, se quedó con un riñón y el médico le aseguró que en nada le afectará su vida, vivir con un riñón es totalmente posible hoy. Sin embargo debe guardar reposo su viaje a Chile lo postergó para el próximo invierno, eso la tiene demasiado triste su amiga y vecina le dice que un año pasará pronto, yo pienso lo mismo eso dará tiempo para convencer definitivamente a mi tío para que la dejé viajar.
Las maletas están hechas y mi tía está con un ánimo sorprendente ha recuperado peso, ya no está tan delgada y ha vuelto a ser la gordita que todos conocemos, sus hijos han comprado algunos regalos para los parientes y mi tío a pesar de su consentimiento está con un humor maldito. Mi tía viajará el quince de julio.
Faltando tres días para el viaje mi tío desistió del permiso y obligó a mi tía a deshacer las maletas- si viajas me separó- le ha dicho. Mi tía a pesar de que todo el mundo le dijo que viajara retiró la reserva y postergó el viaje no se sabe hasta cuándo.
Últimamente mi tía se siente demasiado cansada, solo piensa en dormir a descuidado la casa y solo habla en castellano aunque nunca aprendió a hablar bien el italiano, se le ve muy mal todos sabemos que la nostalgia la está matando y mi tío no da sui brazo a torcer.
Ayer dejamos a mi tía en el cementerio amaneció muerta, se fue en el sueño en sus manos se encontró una fotografía de sus hermanas. Mi tío no tuvo lágrimas para ella y nosotros estamos demasiado tristes.
La señora Albertina dice que mi tía Valquiria se fue a Chile sus hermanas dicen haber sentido su presencia sobre todo cuando toman un tecito con sopaipillas.