viernes, enero 17, 2020

En la esquina de Bucarest con tambo se juntaron Gustavo y sus amigos Carlos, Cristián y Gutiérrez. Hace veinte años que no se veían habían sido grandes amigos del barrio. Gustavo fue el único que no emigró al gran Santiago nunca pudo dejar la pobreza. En cambio sus amigos se hicieron profesionales y lograron tener más que un buen pasar económico.
Se fueron juntos al bar de Doñihue un lugar excéntrico y exclusivo que se ubicaba en las afueras de la capital.
La conversación de los amigos se fue en los grandes recuerdos de cuando fueron niños. Gustavo respondió las preguntas de que había pasado con los que se quedaron viviendo en el viejo barrio. Los tres amigos se repitieron sus vasos de whisky y Gustavo aún apretaba nervioso su botella de bebida,  se le había puesto en la cabeza que si había que dividir la cuenta él solo tenía tres pesos en su bolsillo y la cuenta  a ya casi las nueve de la noche estaba muy lejos de eso.
Por un momento sus amigos hablaron de pagar la cuenta y de quién le pagaría la bebida a Gustavo pero entre tanta algarabía y cierta mezquindad no hubo acuerdo entre los amigos.
Gustavo a eso de las nueve de la.noche dijo que iba al baño pero se fue a la caja, pagó su bebida y sin despedirse de sus viejos amigos se fue a tomar la.micro para volver a su casa.

La Olla

  La Olla. La familia Barrera estaba sentada a la mesa; era la hora de almuerzo y esta vez a diferencia de los días anteriores la sopa tenía...