sábado, agosto 17, 2019

Hoy, me miré al espejo y me vi como me estoy haciendo de letras. Tengo algunas en el empeine del pie que tienden a molestarme cuando me pongo los calcetines. Otras se ubican en los brazos y una mayúscula en el tórax. Me llama la atención de sobremanera unas que tengo en la espalda que se agrupan como queriendo formar una frase. A veces siento temor de no poder sacudírmelas como las que hice con algunas recién nacidas.
Debo reconocer que disfrazo lo que me está sucediendo con ropas que cubren mi cuerpo cuando salgo a la calle. A pesar de ello un día descubrí una saliendo entremedio de la manga de mi chaleco a la altura del puño de mi brazo. Lo hacia con autoridad y casi con vida propia, esa impresión me dio después de observarla detenidamente.
En los momentos en que tomo un libro y comienzo a leer siento que mi cuerpo se aviva, como si las letras se acomodaran y pusieran toda su atención  en la lectura. Siento que eso les da vida.
Seguir con este proceso es algo que no sé si me acomoda. ¿A quién más le podría pasar?  a quién más.

La Olla

  La Olla. La familia Barrera estaba sentada a la mesa; era la hora de almuerzo y esta vez a diferencia de los días anteriores la sopa tenía...