Soterrados

                               SOTERRADOS

A todos los chilenos nos ha marcado hondamente la experiencia de los mineros y no dejamos de seguir sus historias como embriagados,  como si está fuera ahora una película que puede tener de verdad,  un final  trágico.

En la mina San José no sólo estuvieron 33 mineros  atrapados, sino que también allí, permaneció una clase social, una clase que ha sufrido toda la vida, gente esforzada que no tiene grandes logros económicos , que sufre el día a día como lo sufren los miles de chilenos pobres que viven en este país.

Es está clase social que siempre ha estado sumergida en una mina sin poder salir a la superficie a pesar de todos los esfuerzos  propios y de los gobiernos que se han establecido a través de la historia de nuestro país. Los pobres siempre han sido la promesa incumplida de muchos gobiernos. Sin embargo, este gobierno ha manifestado a través del Presidente de la República terminar con este flagelo social, es entonces que nosotros nos preguntamos si  ¿se contratará alguna empresa especial para cavar en lo más hondo de nuestra sociedad y sacar a flotes a los pobres de este país? ¿Estarán los medios de comunicación tan alertas como lo estaban con los mineros? ¿Saldrán a la luz dando veces de auxilio estos pobres a través de inventos comunicativos  chasquillas? ¿Llegaran más empresarios a ofrecer  a esta clase social donaciones de grandes proporciones para mejorar sus estatus sociales?  ¿Estará el mundo alerta a que en este país llamado Chile golpeado por diversas tragedias saldrá a flote y dejará de ser pobre? ¿Se imagina usted a toda una clase social salida del socavón  de una mina y que cada pobre tuviera que contar sus intimidades ante una clase social que siempre ha estado por encima de todo o tal vez, una clase social mas alta esperando la fenix2 para subirse y conocer que sienten los pobres cuando surgen?.

Pareciera que los pobres y sus problemas nunca dejaran de existir, podría decir un pesimista, ya que todos sabemos que este gobierno que demostró una eficacia real al rescatar a estos mineros y que no escatimó en gastos, pudiera hacer lo mismo para rescatar a los pobres de este país y cambiarnos el nombre de subdesarrollados al tal mentado nombre desarrollado.

Todos esperamos que esta tragedia que comenzó por una empresa que no contaba con los debidos estándares de seguridad, no se repita nunca mas, como lo han manifestado algunos mineros y esperamos y confiamos que así sea.

Ser pobre o pertenecer a una clase social mas baja tal vez no sea tan horrible como subir y transformarse en parte de un mundo que estará atento a todo lo que digas, hagas o pienses, en ese aspecto tal vez el letrero “estamos bien los 33” sea un claro anuncio de que en verdad estaban bien pero abajo, porque acá en la superficie puede ser tal vez mas duro que quedar atrapado en una mina.

Literatura

Está tarde busqué en la cómoda, en mi cuarto, las lineas que dejé perdida en algún momento allá por los ochenta, tan sólo encontré rastrojos de palabras que no conformaban nada.

Los mall de la Calle

Hoy un día domingo mas bien abochornado, fuimos a la feria libre que se coloca en la calle Arturo Prat en La Maipo de Puente Alto; está vez a diferencia de otras veces decidimos recorrerla por entero, en las cuadras finales se atochaba la gente por diferentes vías en el Mall de la calle, aquí puedes encontrar ropa usada y nueva, hay librerías callejeras, jugueterías, ferreterías, ópticas, repuestos para automóviles nuevos y usados, zapaterías, farmacias, mueblerías, tiendas todo para el hogar, mini market, disquerías, diarios y revistas, carnicerías, marisquerías, etc. ,

También existen espacios para la venta de completos, choripanes, anticuchos, papas fritas, sándwich, jugos, helados, mariscos crudos y cocidos y lugares en donde usted puede disfrutar de almuerzos y demases.

No hay nada que envidiarles a los grandes centros comerciales, es mas, aquí todo es más barato, y a diferencia de los mall del centro no hay guardias, ni policías y usted puede dejar su vehículo donde se le antoje.

Claro  no está techado y el sol arrecia fuerte y tiene un horario continuado hasta las cuatro de la tarde.

Además puede llevar frutas, verduras y un pequeño trozo de sandía que ya comienza a aparecer como adelantando el verano.

Todos los locales son atendidos por sus propios dueños y en algunos la amabilidad sorprende a los caseritas.

La caminata es larga, y se puede ir la mañana vitrineando lo malo, es que los pasillos son estrechos y no falta el desubicado que quiere pasar con un gran carretón de mano, un personaje característico de estas ferias libres, que lentamente va quedando en el pasado, ya que las dueñas de casa ya no llevan las verduras en esos carritos metálicos en que las ruedas terminan de aflojar con el peso, hoy puede encontrar unos modernos carros coloridos que se ven seguros y firmes.

Claro, que la gran diferencia de estos Mall de la calle es que no encontramos un lugar para que jueguen los niños, y en ese sentido, se siente la falta de esparcimiento en comparación con los grandes Mall.

Aquí, se puede regatear los precios y se puede llegar a casa con todo lo indispensable para su hogar, hasta con la última novedad.

Tal vez en el futuro encontremos salas de cine y baños públicos que son lo que está faltando para no envidiarle nada a nadie.

Nosotros, finalmente, almorzamos una entrada de alcachofa, arroz con bistec de pulpa y de postre un trozo de sandia todo comprado en la feria libre. El trocito de sandía estaba a cien pesitos como dato extra para quienes se tienten.