sábado, agosto 17, 2019

Hoy, me miré al espejo y me vi como me estoy haciendo de letras. Tengo algunas en el empeine del pie que tienden a molestarme cuando me pongo los calcetines. Otras se ubican en los brazos y una mayúscula en el tórax. Me llama la atención de sobremanera unas que tengo en la espalda que se agrupan como queriendo formar una frase. A veces siento temor de no poder sacudírmelas como las que hice con algunas recién nacidas.
Debo reconocer que disfrazo lo que me está sucediendo con ropas que cubren mi cuerpo cuando salgo a la calle. A pesar de ello un día descubrí una saliendo entremedio de la manga de mi chaleco a la altura del puño de mi brazo. Lo hacia con autoridad y casi con vida propia, esa impresión me dio después de observarla detenidamente.
En los momentos en que tomo un libro y comienzo a leer siento que mi cuerpo se aviva, como si las letras se acomodaran y pusieran toda su atención  en la lectura. Siento que eso les da vida.
Seguir con este proceso es algo que no sé si me acomoda. ¿A quién más le podría pasar?  a quién más.

lunes, agosto 12, 2019

Hace más de nueve años que no trabajábamos con las manzanas de amor en un evento grande. Esta vez fue en el Parque Juan Pablo II en Puente Alto. Llegamos muy temprano, había un sol tímido y el parque es grande, mucho pasto, pero pocos árboles, le hacen falta algunas cosas como una pequeña laguna, una granja de animales, pero bueno con el tiempo se llegue a eso.
A eso de las doce el.parque estaba lleno. Seguramente todas las personas eran de las poblaciones cercanas, poblaciones que siempre se habla de ellas como violentas, donde reina la droga y viven los pobre.
Eran largas filas de niños para usar los diferentes juegos, los puestos de comidas comenzaban su esperado y ajetreado día. El bullicio era enorme, los niños estaban alborotados, se escuchaban desde nuestro puesto de trabajo a los payasos,  familias enteras pasaban hasta con sus mascotas, traían frazadas que estiraban en el pasto y allí solazandose comían, conversaban, reían y encumbraban volantines que abarcaban el cielo despejado libremente. No había competencia entre ellos, otros jugaban a la pelota y los más adultos sentados en algún lugar eran meros espectadores de lo que pasaba,; de pronto escuchamos malas palabras  de una madre hacía un niño pero fue como algo habitual. No hubo ninguna discusión o pelea, nadie pasó tomando cerveza ni ningún trago, la mayoría de quienes nos compraron y que nos llamó la atención nos daban las gracias siendo que nosotros eramos los agradecidos. Era una tarde fría pero agradable los pobres estaban ocupando todo el parque con una algarabía casi de otro mundo. Si supieran que unidos podrían cambiar el.mundo y tener un mejor pasar, quizás podrían ser ricos. Pero pensándolo bien seria algo así como ricos pero pobres y en verdad es mejor ser pobre y feliz.
Nosotros vivimos en una población más arriba no tan estigmatizada como estas que estan alrededor de este parque,  pero no tenemos la fortuna de tener un parque como este donde dejar nuestras mejores alegrias y momentos como lo que vivimos ayer. Pobres pero puramente felices.

viernes, agosto 02, 2019

Hay horas en que estoy solo
Siempre en el atardecer
Siempre en agosto
Lo noto porque debo sacudir los muebles que empolvados se quedaron desde julio
O por las ventanas abiertas por donde entraron los gatos
Por los libros que comienzo a leer y no los termino
Por las horas que se van marcando sobre un viejo reloj de pared.
Hay horas en que estoy solo
Y me sorprendo espiando por la ventana de calle
Por si vienes, por si te acercas.
Una taza de café humea. Dos de azúcar y pruebo. Es ahora me digo, es ahora. Arreglo mi ropa, me peino con mis dedos.
Respiro hondo y voy hacia la puerta. Tengo cierta seguridad.
 Es ahora, ahora cuando llegas.

La Olla

  La Olla. La familia Barrera estaba sentada a la mesa; era la hora de almuerzo y esta vez a diferencia de los días anteriores la sopa tenía...