jueves, septiembre 03, 2015

La noche llega nauseabunda hiriendo mis sentidos, se desplaza avasalladora por toda la casa y se queda, esperando mi renuncia, ella sabe que caeré en sus fauces, ella es astuta, mas astuta que el día, mi corazón arremete con un latido fuerte lleno de espanto, me siento en la cama y me seco el sudor de mi frente, pienso que nada la detendrá y yo me dejo arrastrar no me quedan fuerzas y me rindo, me dejo caer, desfallezco; la puerta de mi cuarto se abre alguien dice algo mientras yo me alejo y el frío de esta noche es mas intenso.

La Olla

  La Olla. La familia Barrera estaba sentada a la mesa; era la hora de almuerzo y esta vez a diferencia de los días anteriores la sopa tenía...