miércoles, diciembre 10, 2008

SOCIEDAD PROTECTORA

La consternación que han provocado los hechos acaecidos en La Sociedad Protectora de Animales, han dejado una huella de desconsuelo, de dolor y de insensibilidad. Los animales muertos son claramente la muestra de frialdad con que estos eran tratados; morir de hambre es un hecho mucho más que lamentable. Los ciudadanos que dejaban sus animalitos al cuidado de estos señores, no se esmeraban por ver las condiciones en que estos quedaban, es también extraño que nadie durante tanto tiempo se diera cuenta de lo que allí acaecía, los malos olores, la cantidad de animalitos muertos y las enfermedades propagadas por estos eran un gran síntoma de que algo en ese lugar andaba muy mal.

Nosotros los seres humanos nos sentimos horrorizados por esto, y observamos con dolor lo sucedido, además de llenarnos de una sensibilidad casi extrema. Nadie puede dejar de lamentar esta situación

Sin embargo, 25.000.- mil personas mueren de hambre todos los días como consecuencia del hambre y la pobreza, está es una cifre que entrega la Organización de las Naciones Unidas (FAO)

Según este informe seis millones de niños menores de cinco años mueren de hambre anualmente, la lucha emprendida por derrotar estas cifras se está quedando atrás. Y esto que debiera ser noticia todos los días y que sucede a vista de todos nosotros, no nos deja perplejos, ni metemos preso a nadie, tampoco nos sensibilizamos, ni hablamos de frialdad, no hacemos cartas a los diarios por estos terribles hechos, tampoco pensamos en hacer teletones , simplemente dejamos a otros la tarea imposible de acabar con el hambre en el mundo, aquí no hay solidaridad, aquí no hay lamentos, aquí no pagamos para que cuiden ha estos niños.

A la muerte por hambre de animales no estamos acostumbrados, pero a la muerte de niños de hambre parece ser algo habitual.

La Olla

  La Olla. La familia Barrera estaba sentada a la mesa; era la hora de almuerzo y esta vez a diferencia de los días anteriores la sopa tenía...