viernes, enero 31, 2020

Saqueo

Pasado los días del saqueo, el Julio y sus amigos celebraron con un asado en la calle, allí se quedaron hasta altas horas de la noche.
Fuen en los inicios de diciembre, cuando quedaban en el olvido los saqueos y desórdenes callejeros que Julio comenzó a llegar a casa con paquetes de grandes tiendas comerciales y un día con la extrañeza de todos los vecinos que conocían que el vecino Julio no le había trabajado en día a nadie que llegó con un auto cero kiilometros. Las copuchas aumentaron se le veía al joven Julio con traficantes y a la casa llegaban diversos autos en busca de mercancía. El Julio estaba vendiendo droga y se comentaba que en el saqueo al supermercado se había robado la caja fuerte con los amigos del asado.
Ahora se había ido de vacaciones, la vecina Laura confirmaba los hechos. Su mejor amiga la mamá del Julio le había contado la verdad.
El Julio tenía veinte millones de pesos aún intactos debajo de la cama.
Últimamente se le ve por las noches en las afueras de su casa fumando marihuana, lo hace pensativo como si estuviera esperando que los hechos sean olvidados.

martes, enero 28, 2020

La luna se tropieza,
Se tropieza una y otra vez, alocada
Va por la noche de prisa
Sujetando su falda que el viento levanta,
La luna corre a su cita enamorada
Se arregló el cabello, pinto sus ojos
Pintó de un rojo carmesí su boca
Y su perfume dejaba una estela en esta noche estrellada.
La luna va a su primera cita enamorada
Cuando llega espera nerviosa
Nerviosa la luna enamorada
Su amor no llega y ella no se aleja
Aunque ya es de madrugada
Espero y espero hasta que llorosa
A eso de las once de la mañana
El sol a empujones la echaba
La luna se quedó sola, sola y desolada.

lunes, enero 20, 2020

Día de suerte

Estaba solo en la esquina, desafiante esperando su presa. Caminaba de un lado de la vereda al otro, siempre mirando a lo lejos como atisbando a su víctima.
Se apoyó en la pared, subió una pierna y encendió un pito de marihuana, daba una pitada y levantaba su cabeza mientras aguantaba el aire y luego lo soltaba bajando la cabeza que apega a a su pecho. Su ropa estaba sucia y sus dedos manchados por la nicotina. Relucía unas zapatillas nuevas coloridas. Cuando vio que se acercaba una camioneta , disimuladamente escondió el pito entre unas piedras y entró al pasaje. Camino como si viviera en una de esas casa, saludaba a los vecinos cuando la camioneta que él pensaba que eran de los tiras pasó de largo. Entonces volvió a su esquina, recogió lo que le quedaba del pito y lo guardo en su bolsillo, allí acarició su cuchillo y lo saco por unos segundos, lo puso en su espalda afirmandolo en el cinturón del pantalón y enfiló con la mirada fija hacia quien venía hacia él. La mujer había bajado de losl colectivo y abrió su bolso, sacó su celular y contestó la llamada mientras caminaba directo hacia el José un drogadicto y delincuente conocido en su población. Cuando ya estaba a unos metros, José apretó el mango de su cuchillo fue entonces cuando apareció un hombre joven y alto que abrazo a la mujer y juntos cruzaron la calle mientras José pensaba que no era su día de suerte.

viernes, enero 17, 2020

En la esquina de Bucarest con tambo se juntaron Gustavo y sus amigos Carlos, Cristián y Gutiérrez. Hace veinte años que no se veían habían sido grandes amigos del barrio. Gustavo fue el único que no emigró al gran Santiago nunca pudo dejar la pobreza. En cambio sus amigos se hicieron profesionales y lograron tener más que un buen pasar económico.
Se fueron juntos al bar de Doñihue un lugar excéntrico y exclusivo que se ubicaba en las afueras de la capital.
La conversación de los amigos se fue en los grandes recuerdos de cuando fueron niños. Gustavo respondió las preguntas de que había pasado con los que se quedaron viviendo en el viejo barrio. Los tres amigos se repitieron sus vasos de whisky y Gustavo aún apretaba nervioso su botella de bebida,  se le había puesto en la cabeza que si había que dividir la cuenta él solo tenía tres pesos en su bolsillo y la cuenta  a ya casi las nueve de la noche estaba muy lejos de eso.
Por un momento sus amigos hablaron de pagar la cuenta y de quién le pagaría la bebida a Gustavo pero entre tanta algarabía y cierta mezquindad no hubo acuerdo entre los amigos.
Gustavo a eso de las nueve de la.noche dijo que iba al baño pero se fue a la caja, pagó su bebida y sin despedirse de sus viejos amigos se fue a tomar la.micro para volver a su casa.

jueves, enero 16, 2020

Para capear el calor cuando éramos niños nos arremangabamos los pantalones hasta la rodillas y metíamos los pies en algún canal en la comuna de Pirque a la que llegábamos caminando desde Puente Alto.

domingo, enero 12, 2020

Paseo

Las lagartijas toman sol sobre una gran piedra que invade el río Clarillo.
El  Pancho les arroja piedras y las lagartijas desaparecen raudamente.
Una brisa fresca mece los sauces. El agua fluye por el río helando los pies de Gerardo que los tiene metidos hasta las rodillas.
Los Guerra preparan un asado, mientras Jacinto saca una cerveza de una poza del río donde se están helando. Se escuchan las risas y los gritos de los niños. Un perro se roba un pan de una pequeña mesa improvisada, sale corriendo al gritó de la Estela que lo sorprende. La señora María tiene listas las ensaladas y ordena la.mesa. Don Óscar Guerra se da un chapuzón en la parte baja del río junto a su vecino y los niños que tiritan de frió. La flaca Teresa grita que está listo el almuerzo y todos se acercan a la mesa . Toman sus platos se colocan carne y pollo con ensalada y papas con mayonesa. Los vasos se llenan de bebidas para los niños, los mayores toman vino y los jóvenes cerveza. La alegría desborda la mesa y para el postre hay sandía.
A eso de las seis de la tarde un zorro cruza por las cercanías de los guerras y sus amigos. Los jóvenes toman fotos al animal que por un segundo los mira y sigue su camino .
A eso de las veinte horas ya tienen todas sus cosas en sus vehículos y los guerra y sus amigos dejan el río Clarillo que les brindó una tarde muy agradable.

jueves, enero 09, 2020

En la plaza que está cerca de casa los loros no dejan de cantar en los árboles que amablemente los acogen.
Dos perros duermen sobre el pasto húmedo capeando el calor de está mañana.
Una mujer hace gimnasia en las máquinas de deportes que están a un costado de la plaza.
Una brisa empuja la hoja de mi libro. Observó una pareja que se besa apasionadamente, parece una despedida porque ella después del beso toma una pequeña maleta negra que le acompaña y se pone de pie. Desde aquí puedo ver su tristeza. Él agacha la cabeza y luego le lanza un beso con su mano cuando ella camina hasta un auto que está estacionado muy cerca de el.monumento que le da el nombre a este lugar.
Vuelvo a leer, lo hago bajo ahora el agitado bullicio de los loros.
Un viento fuerte sacude las hojas del suelo y las levanta en una especie de remolino,  las nubes avanzan con rapidez, se sienten truenos y caen rayos. La lluvia se deja caer con fuerza corro a protegerme; es verano y en este país tropical es estos meses cuando más llueve así de improviso.

miércoles, enero 08, 2020

Hoy, no sé me ocurre otra cosa más estúpida que querer tocar tu trasero sabiendo que al primer intento saldrás corriendo como gallina despavorida.
Eso me hace pensar que a está edad el amor va perdiendo su gracia y que en verdad ya nada se puede hacer más que dejar pasar el tiempo con algún recuerdo vago de cuando éramos jóvenes. Aunque me repites todos los días que me quieres y yo creo que no es así. La pregunta que me podría hacer es cuándo me dejaste de querer o tal vez es de esos amores que son de costumbre y que parecen condenados a una perpetuidad de una que otra caricia como para creer que alguna vez si hubo amor.  Me quieres? Porque yo sí te quiero tal vez, si tuviéramos la certeza de que nos queda poco tiempo nos querríamos más pero, siempre se piensa que el tiempo es amplio y la vida la vivimos pensando en esa egoísta estupidez de pensar de que no sé qué mierda pasa por la cabeza de una mujer cuando se pone menopáusica y de allí vienen casi todas las consecuencias del desamor. Por las tardes salgo a caminar pisoteando recuerdos y me siento con el diario abierto donde está el.puzle nunca demoro mucho en completarlo, luego me quedó.mirando el vacío como esperando la noche. Cuando vuelvo a casa, ya sé que queda poco del día de hoy. Te juro que no intentaré nada cuando esté en la cama, sé que antes de cerrar mis ojos me dirás que me quieres y yo diré lo.mismo mientras acomodas mi almohada como.si yo siguiera a tu lado.

sábado, enero 04, 2020

El almendro del pasaje cuatro aún está plagado de almendras, todavía puedo sentir su agua amarga en mi boca y cuando estaban prontas con un palo de escoba las dejábamos caer sobre nuestras cabezas que caían como granizos. Todas iban a nuestros bolsillos y en casa con un alicate se partían para que nuestra madre nos hiciera una torta con mucha almendra molida.
La señora Rosa era la más enojada por la cantidad de ramas y hojas que quedaban en el suelo y que ella se veía en la obligación de barrer. Nosotros corríamos despavoridos cuando ella salía con una manguera y nos tiraba agua entre medio de palabras como: cabros de mierda los voy acusar con sus mamás. Cosa que nunca sucedió.
A veces cuando paso por el pasaje cuatro aún veo a mis amigos corriendo, sucios y sudorosos con gritos y risotadas que se repetían durante las  tardes hasta la hora del té .
A veces me topo con la señora Rosa cuando va al pan, tiene ochenta años  más o menos y se ve saludable y lúcida. Nunca ha dejado de saludarme; siempre me pregunta por mis padres que se fueron de la población hace unos treinta años.
Habían más almendros en el pasaje pero los sacaron para estacionar los autos.
Pienso que sería bueno que volvieran los almendros a los pasajes, que los vecinos los regaran por las tardes, arreglaran sus tazas y el agua corriera por el pasaje haciendo barro.
En verdad hoy me molesta tanto cemento.

viernes, enero 03, 2020

Este año los chilenos pudimos después de más de treinta años de vivir en una burbuja de desigualdad, demostrar  nuestro descontento y el movimiento social  estalló.
Desde ese momento otro Chile comenzó a retratarse en las calles y esa sensación aparente en la que vivíamos comenzó a quedar atrás. El Estallido Social nos tiene en una inquietud social de la cual todos sentimos temor. La economía se reciente fuertemente y es por ello que tuvimos una navidad más familiar y no llena de regalos, este síntoma de un neoliberalismo herido nos está dando una nueva visión de nosotros mismos. Hoy conversamos más, somos más vecinos.
 Pero este proceso también a despertado polaridades y levantado odios .
 La mayoría cree que este proceso es mejor para nuestro país y esto nos  ayudará a recuperar la confianza y sentir que podemos estar más cerca de la igualdad en todo el sentido de la palabra.
Por otro lado tenemos un gobierno neoliberal que está defendiendo su poder económico a toda costa. Y este gobierno y una derecha extrema están con miedo a perder el poder económico que siempre han tenido sobre la mayoría de los chilenos. Tienen miedo a que los chilenos tengamos mejor salud y educación porque se acaban sus lucrativos negocios.
Este gobierno ha sido terco y ha recurrido a la represión, donde las consecuencias han sido las más difíciles de sobrellevar. Tenemos muertos, torturados, chilenos sin ojos y desaparecidos. Tenemos unos carabineros desbocados que parece se mandan solos y solo han sembrado  odio.
Tenemos una fuerza policial que aún tienen todas las armas de una dictadura y tenemos un gobierno que está ciego y sordo a estos delitos de derechos humanos.
Sin duda que todavía hay chilenos que defienden este sistema desigua,l seguramente porque ellos han atesorado un poco de fortuna que los ha transformado en miserables.
Pero somos mayoría en esta necesidad,ya mu dial, de cambiar el mundo . Las mujeres han jugado un rol importantísimo en este despertar y ellas han liderado este movimiento con mucha valentía. Es un movimiento que no tiene partidos políticos y que está dispuesto a sacar a aquellos políticos que han permanecido más de la cuenta en sus cargos de poder y que se han olvidado del bien común.
Este año se viene con un contexto social con inquietud donde la esperanza de los chilenos está en que por fin Chile se encamine en una vía de igualdad.
Finalmente se siente que la incertidumbre sera cambiada por la esperanza.

jueves, enero 02, 2020

Salió del supermercado y al mirar hacia atrás vio que nadie lo seguía. No había pagado el yogur que curiosamente se había quedado en el carro de compras sin que la cajera se diera cuenta. Cuando tomó su bolsa y se alejó del supermercado con cierta inquietud pudo respirar tranquilo. Se sentó en una plaza cercana puso la bolsa sobre el pasto, buscó con su mano derecha sacó ahora, su yogurt con sabor a frutilla y mirando la cordillera en una maña más bien fresca. Rodrigo de quince años saboreo con lentitud y un placer desmedido su yogurt no pagado.

La Olla

  La Olla. La familia Barrera estaba sentada a la mesa; era la hora de almuerzo y esta vez a diferencia de los días anteriores la sopa tenía...