viernes, septiembre 25, 2015

Autodidacta


Soy un didacta de la palabra 
a ella le abro puertas y ventanas 
le dedico oraciones sin nombres,
sin apellidos
practico todos los días
algún verso extraño 
echo de dolores de huesos
de campanas sordas
y de sueños amotinados
le cuento de una vida desgraciada
le hablo de muertos 
y de fe profesada
por niños mutilados 
de hambre
le confieso que soy feliz
en los brazos de ella
y que le escribo versos de amor 
en secreto
que ella (la palabra) por sobre todas las cosas
me mata cuando me falta 
le digo que camino lento
por calles sucias llenas de espanto
que mis manos van limpias y brillantes
como mis zapatos 
que mi boca llora 
de injusticia
que es una batalla que doy solo
que la alimento de grandes escritores
que en su mayoría no se si van al cielo
que tengo mi preferido 
que  duermo y creo entre sueños
que me desvelo 
ante el simple echo 
de estar contigo en una sola palabra.




La Olla

  La Olla. La familia Barrera estaba sentada a la mesa; era la hora de almuerzo y esta vez a diferencia de los días anteriores la sopa tenía...