lunes, agosto 06, 2018

Me cayó mal el jugo

Me cayó mal el jugo, sentí asco y cierto decaímiento. Ahora estoy en cama, ya es de noche y la cama aún está helada. Observo desde mi ventana, se pueden ver las luces de dos postes encendidas, el cielo está opaco, desnudo, sin estrellas. Tomo agua para espantar el malestar y espero con los ojos cerrados como para sentir que pasa, Lo hago para sentir el cambio de mi estado de náuseas. Respiro profundamente, inflo mi estómago y mi pecho y voto el aire. Siento algo de alivio. Me quedo pensativo, no quiero empeorar las cosas; mi salud no puede deteriorizarse más. Algo extraño sucede afuera el cielo está rojizo, es un trozito de cielo que se ve rojizo, como si ardiera en llamas, eso hace que se vean las nubes, las blancas nubes, es como si un avión estuviera en llamas cruzando el pedazo de cielo que se ve desde mi ventana. Ahora todo se vuelve oscuro nuevamente. Aún tengo náuseas, mi boca está salivando. Me toco la frente para saber si tengo fiebre>; comienzo a sudar y mis pies se adormecen, las luces de los postes se apagaron. Siento que debo levantarme, hago el esfuerzo pero no puedo, mi cuerpo está demasiado pesado. Observo mis piernas y están hinchadas muy hinchadas. Un nuevo dolor se agrega a mi cuerpo está alojado casi a la altura del corazón, toco mi cuerpo y arde. A está altura creo que nada puedo hacer comienza mi metamorfosis, la mía, no sé asemeja a la de Kafka. La oscuridad entra fuertemente por mi ventana y me envuelve sin poder hacer nada. Me quedo inmóvil sin cerrar los ojos, quiero ver lo que sucede con.mi cuerpo.

La Olla

  La Olla. La familia Barrera estaba sentada a la mesa; era la hora de almuerzo y esta vez a diferencia de los días anteriores la sopa tenía...