Nocturna
Por la noche no pude dejar de mirarte cuando desnuda pasabas por mi alcoba alborotando todos mis sentidos, me levanté y te seguí hasta la tuya, te vi recostada, ansiosa, me mirabas directo a los ojos y con tus manos te tocabas, me senté en el borde de la cama y comencé con mi boca a desnudarte poro a poro, viajamos extasiados por el amor, voraz, de muchas noches, de un amor maduro. Al despertar por la mañana sentí todo el dolor de tu partida ¡Dios cuanto te amaba! volví a mi cuarto y me quedé esperando como si por las mañanas la muerte también viajar