Basilio es un hombre grande, de apariencia bonachona. Una mañana en que
cruzaba de la mano de sus dos hijos pequeños una calle central de su comuna, un
taxista se acercó de manera peligrosa y acelero apurando el paso de Basilio y
sus hijos, este llegó a la otra acera, dejó a sus hijos con su señora y volvió
a la calle en donde el taxista permanecía detenido debido al taco de vehículos,
Basilio metió una de sus manos por la ventanilla del chófer, y tomó sorpresivamente
a este del cuello, increpándolo: que te crees imbécil acaso no te das cuenta
que voy con dos niños pequeños y con su otra mano cubrió por entero el rostro
del chófer, que comenzó a empalidecer al ver tan grandes manos; Basilio se
asusta al ver el estado del chófer y lo suelta, pasa por enfrente del vehículo
y vuelve donde su familia; el chófer baja el vidrio del copiloto y le grita ¡
gorila conchetumadre! y acelera .