domingo, marzo 29, 2020

Cuarentena

Hoy, en casa duermo más,
Mucho más,
Y sueño menos,
Mi tiempo lo divido
Entre lecturas,
Escritura
Y uno que otro bocado.
Aquí me puedo morir
De cualquier otra cosa
Lo que suele pasar.
Me acompaña mi familia
Mi mujer que extrema cuidados
La vi desinfectando un viejo corno
Que hace tiempo permanece colgado
Cumpliendo la función de lámpara
Que no funciona.
Mis hijos que viven conectados
A sus juegos y amigos.
Sin olvidar mi perro
Que duerme más que yo
Y que ahora ladra menos.
Puedo caminar entre el living y el comedor
Ejercitando mis piernas
Mientras proclamó un poema
Que estoy creando.
En el baño la ducha
Es más duradera
Como queriendo sacar
Del cuerpo está cuarentena.
Veo poca televisión
Sabré que todo acabó
Cuando los perros vuelvan a la calle
Cuando el silencio que reina
Se quiebre con la estrepitosa voz
De algún vecino gritando
Se acabó esta weaaa!!!

viernes, marzo 20, 2020

La señora Ester está vez se quedó pensando que haría con tanto tomate que le quedó; otras veces en esa misma esquina regalaba su último tomate a algún vecino.
Contaba una y otra vez su dinero como queriendo que aumentará en el.proximo conteo.
Ya daban las veinte horas y no había un alma en la calle. Ella, siempre a esa hora es cuando más clientes tenía. La tarde estaba más fría que otras, la panadería cerraba sus puertas más temprano que antes.
Cuando ya nos marchamos la señora Ester alzó la voz y dijo: el corona virus me va a matar primeramente por el bolsillo.

jueves, marzo 19, 2020

Creo que nunca había escuchado una noche como está. No hay una bulla, no ladran los perros, no se sienten vehículos, solo hay un silencio que aterra. Será una noche muerta?
No muevo nada de mí para escuchar algo, quizás un sonido que me diga que afuera hay vida, por fin un perro ladra, lo hace reiteradamente quebrando el silencio mortuorio de está noche. Ya calló, nuevamente nada, no se oye nada.
Dónde se fueron todos aquellos que hacían de la noche, vida?
Siento miedo como el anuncio de algo terrible.
Sigue siendo una noche muda, una noche que muerde un silencio que estremece. Es una noche muerta en vida.

martes, marzo 10, 2020

Cómo escasean las mariposas

Ayer pasé la tarde en el campo
Y por más que miraba las rosas
No veía mariposas.
Recuerdo que cuando era niño
Con un palo y una bolsa las cazaba
Ellas eran muchas y me podía
Pasar la mañana atrapándolas.
Pienso en el pasado
En esta casa de barro
Ya no está la prima que enamoraba
Recuerdo haberle llevado una mariposa dorada-
Ahora que escasean las mariposas
No hay cazador, ni enamorado
Solo nostalgia de un hermoso pasado.

martes, marzo 03, 2020

José Jesús Zamora nació en la casa de socorro de la comuna del Alto, creció en la población Coronel Ramírez de alto riesgo social.
José siempre estaba en la calle jugando a la pelota, a las canicas y tirando piedras al tranque que estaba a dos cuadras de su casa. Le gustaba ver como las piedras que lanzaba hacían patitos en el agua.
Su padre era alcohólico y él lo único que quería era crecer tanto para sacarle la cresta a su papá y así dejará tranquila a su.mamita querida.
A los dieciocho lo llamaron al servicio militar y se fue para Iquique, era un soldado ejemplar, sin embargo un día llegó un general de Santiago y en la revisión de las tropas al pasar por el.frente de José se dió cuenta que a este le faltaba un botón de su camisa. El general fue hacia el soldado y le metió el dedo en la camisa gritándole Le falta un botón en su camisa soldado. José respondió si mi General, perdón mi General, pero no me di cuenta. Entonces, el General con violencia le arrancó más botones de la camisa. El soldado José empuñó su mano y le mando un
puñete en.pleno hocico al General quien cayó al piso con la mano en su boca y con dos dientes menos. Agarraron al José y este en una acto de descontrol total le pegó a dos soldados más. José fue preso en el mismo regimiento y luego lo dieron de baja por loco.
Así volvió el Loco Pepe a la población. Todos los vecinos supieron del hecho. Una tarde en que el Loco José pasaba por el lado de la banda del cabezón este le gritó aweonao!. El José fue a su casa tomó un palo se lo puso en su espalda y fue donde el Cabezón que estaba con tres amigotes fumando marihuana.
Así que me llamái de weon le dijo el José. El Cabezón de acercó al Loco y le dijo andate pa tu casa cabrito sino queri terminar como estropajo. Entonces el loco Pepe sacó el palo de su espalda y se lo mando en su cabeza, la sangre saltó, los amigos del cabezón se iban a meter y el loco les dijo: al que se meta lo mató y comenzó a golpear al cabezón hasta que lo dejó medio muerto en el piso. Así el loco Pepe se ganó el respeto en la población.
Casi a fin de año, muy cerca de las fiestas tuvo el loco un fuerte encontron con su mujer. Por la tarde llegó el hermano de su señora un hombre alto de un metro setenta y cinco y le dijo al pepe: así que botándose a chorito con mi hermana. El loco lo miró y le dijo compadrito vengo recién llegando de la pega, estoy cenando está sopita que me hizo mi señora, así que váyase pa su casa tranquilito no mas.
El hermano levantó la voz y le dijo pues así no se tratan a las mujeres weon! . El loco tomó su plato de sopa caliente se lo lanzó a la cara de su cuñado y le comenzó a pegar combos hasta que entre cinco vecinos lograron quitárselo. El loco Pepe fue internado en el sanatorio El Peral para curar sus crises de ira. Salió a los tres meses más tranquilo cuenta su mujer pero, nadie se atreve ni siquiera a levantarle un poquito la voz.

lunes, marzo 02, 2020

A la panadería llegan muchas personas de la tercera edad, algunos caminan lentos, una mujer de unos cincuenta años camina del brazo de otra mujer más joven. Su mano derecha la lleva a la altura de su estómago de tal forma como si estuviera sujetando sus entrañas. De un automóvil lujoso se baja un.hombre gordo, simplón, le sonríe al cuidador de auto y entra a la panadería rápidamente. Hace un calor horrible y se puede sentir el aroma a pan recién salido del horno. La gente sale masticando un pan de la panadería lo toman con cuidado está caliente. El cuidador de autos se enoja con una mujer que no.le dejó propina, se va furioso a la esquina y recoge del.suelo una botella que se empina una y otra vez, luego se pasa la manga de su brazo derecho por su boca y vuelve a su labor. Un padre se acerca con su hija a mi puesto. Le dice a la niña: pregunta cuánto cuestan. La niña tímidamente pregunta. Le digo el valor y el hombre dice - ya cómprate una.
Hay una fila pequeña en la panadería, todos se toman su tiempo para comprar el pan, en las afueras una señora vende palta, tomates y ají todo para una once perfecta.
Varios hombres vienen en bicicleta a comprar. Llegan muchas parejas como si fuera parte del amor que se tienen ir a comprar pan. Algunos padres vienen con sus niños y a la salida les dan pan para que no pidan gjolosinas que a la entrada apuntaron con el dedo.
A las nueve la panadería comienza a cerrar, ya no queda ni una marraqueta.

La Olla

  La Olla. La familia Barrera estaba sentada a la mesa; era la hora de almuerzo y esta vez a diferencia de los días anteriores la sopa tenía...