martes, noviembre 24, 2015

Estaba hecho trizas, tenía dos grandes cuencas en vez de ojos, sus brazos mal doblados lo mismo que sus piernas y de su boca salía una lengua larga y gruesa. Para nosotros era algo extraño aunque era humano a la vez las cuencas en el rostro no lo eran y si lo observábamos minuciosamente sus orejas no, no tenía orejas. Con el vecino se llegó a la conclusión de que era algo que no era de este mundo y observamos los hechos, no había nada que nos dijera como este ser llegó a este lado del corral no habían huellas de nada en ningún sitio cercano. Después de unas horas lo tocaron, estaba frío como están todos los muertos. Enrique decidió llamar a la policía Gustavo lo apoyó; esperaron junto al muerto horas y lo seguían observando descubrieron por ejemplo que los dedos de las manos eran más planos y más largos que la de los seres humanos también descubrieron que carecía de cejas. Volvieron a llamar al parecer y como sucede en estos casos la policía no daba credibilidad a lo que ellos relataban. De pronto a lo lejos se vieron unas luces que se acercaban rápidamente a donde ellos estaban ¡por fin! la policía y se alejaron del cuerpo. Dos hombres bajaron del auto policial se acercaron al cuerpo, tomaron nombre de los testigos y de lo sucedido, luego cubrieron el cuerpo con una bolsa y lo subieron a la parte trasera del vehículo; le dieron un apretón de manos a Enrique y Gustavo y se marcharon con él. Sentiste? le dijo Enrique a Gustavo, ¿qué? preguntó Gustavo. Los dedos de las manos del policía eran largos y planos y antes que Gustavo respondiera algo una sirena rompía el silencio de la noche.

La Olla

  La Olla. La familia Barrera estaba sentada a la mesa; era la hora de almuerzo y esta vez a diferencia de los días anteriores la sopa tenía...