Puerta Cerrada
Mi Amigo Héctor llegó a Cuba a eso de las doce de la mañana, la policía hizo una exhaustiva investigación de su pasaporte y eso le tomó dos horas más o menos, con la consecuencia de perder su transporte ya cancelado al hotel.
A las dos de la mañana terminaba de recoger su maleta y subir a su cuarto en el hotel, al salir del ascensor pudo ver que su habitación estaba al final del pasillo y está colindaba con un gran ventanal que mostraba todo un panorama del mar; algo lindo para contemplar pensó Héctor. Entró a su habitación largó su tarjeta llave sobre el velador y abrió una ventana que dab a una pequeña terraza para ventilar su cuarto. Se sentía cansado y acalorado tomó un baño de agua fría y mientras se secaba le entró la curiosidad y tal como dios lo envió al mundo salió al pasillo a contemplar ese maravilloso paisaje que ese gran ventanal le ofrecía, estaba en ello cuando sintió que la puerta de entrada a sui cuarto se cerraba lentamente sin él tener otra reacción que el espanto, la tarjeta estaba encima del velador y no podía entrar a su cuarto, una ola de terror lo invadió por unos minutos, se sentía absolutamente confundido, un sudor de frio y calor lo tomaba por minutos, hasta que de pronto se dijo debo calmarme y buscar una solución. Lo primero que pensó fue bajar a la recepción y explicar su situación, sintió que se lo podrían llevar detenido por faltas a la moral y buenas costumbres, luego una segunda decisión era esperar que alguien saliera de su cuarto y explicarle luego del asombro de ver a alguien desnudo en el pasillo lo sucedido. Pasó una hora y treinta minutos lo pudo constatar en un viejo reloj pegado a la pared y fue en ese momento que se dio cuenta que bien a la derecha había una ventana que si lograba abrirla lo podría llevar a su cuarto, hábilmente consiguió abrir la ventana y pasar al otro lado y luego de saltar de un lado a otro llegar a su cuarto entrar por el pequeño ventanal que había dejado abierto y por donde entró el aire que cerró su puerta. Se tendió en la cama y respiro está vez aliviado. Por la mañana explico en recepción lo sucedido para que fueran a ver la ventana que el prácticamente desarmó. Cuando los empleados del hotel revisaban las cámaras solo daban grandes risotadas del drama vivido por Héctor mi amigo, patiperro.
Mi Amigo Héctor llegó a Cuba a eso de las doce de la mañana, la policía hizo una exhaustiva investigación de su pasaporte y eso le tomó dos horas más o menos, con la consecuencia de perder su transporte ya cancelado al hotel.
A las dos de la mañana terminaba de recoger su maleta y subir a su cuarto en el hotel, al salir del ascensor pudo ver que su habitación estaba al final del pasillo y está colindaba con un gran ventanal que mostraba todo un panorama del mar; algo lindo para contemplar pensó Héctor. Entró a su habitación largó su tarjeta llave sobre el velador y abrió una ventana que dab a una pequeña terraza para ventilar su cuarto. Se sentía cansado y acalorado tomó un baño de agua fría y mientras se secaba le entró la curiosidad y tal como dios lo envió al mundo salió al pasillo a contemplar ese maravilloso paisaje que ese gran ventanal le ofrecía, estaba en ello cuando sintió que la puerta de entrada a sui cuarto se cerraba lentamente sin él tener otra reacción que el espanto, la tarjeta estaba encima del velador y no podía entrar a su cuarto, una ola de terror lo invadió por unos minutos, se sentía absolutamente confundido, un sudor de frio y calor lo tomaba por minutos, hasta que de pronto se dijo debo calmarme y buscar una solución. Lo primero que pensó fue bajar a la recepción y explicar su situación, sintió que se lo podrían llevar detenido por faltas a la moral y buenas costumbres, luego una segunda decisión era esperar que alguien saliera de su cuarto y explicarle luego del asombro de ver a alguien desnudo en el pasillo lo sucedido. Pasó una hora y treinta minutos lo pudo constatar en un viejo reloj pegado a la pared y fue en ese momento que se dio cuenta que bien a la derecha había una ventana que si lograba abrirla lo podría llevar a su cuarto, hábilmente consiguió abrir la ventana y pasar al otro lado y luego de saltar de un lado a otro llegar a su cuarto entrar por el pequeño ventanal que había dejado abierto y por donde entró el aire que cerró su puerta. Se tendió en la cama y respiro está vez aliviado. Por la mañana explico en recepción lo sucedido para que fueran a ver la ventana que el prácticamente desarmó. Cuando los empleados del hotel revisaban las cámaras solo daban grandes risotadas del drama vivido por Héctor mi amigo, patiperro.