Agua de Yerbas
Los niños chupeteaban el té y mordisqueaban el pan. La madre con humildad insistía en que su marido borracho se tomara el agua de yerbas que ella le había preparado; el marido entre rezongos se llevaba de prisa el agua de yerbas a su boca como para tragar rápido ese amargor y de esta forma no se dio cuenta cuando su cabeza cayó golpeteando la mesa y desparramando las últimas gotas de ese mal llamado té amargo, entonces los niños se acomodaron en sus asientos, la madre encendió el televisor y se miraron cómplices sonriendo como no lo hacían hace mucho tiempo.
Los niños chupeteaban el té y mordisqueaban el pan. La madre con humildad insistía en que su marido borracho se tomara el agua de yerbas que ella le había preparado; el marido entre rezongos se llevaba de prisa el agua de yerbas a su boca como para tragar rápido ese amargor y de esta forma no se dio cuenta cuando su cabeza cayó golpeteando la mesa y desparramando las últimas gotas de ese mal llamado té amargo, entonces los niños se acomodaron en sus asientos, la madre encendió el televisor y se miraron cómplices sonriendo como no lo hacían hace mucho tiempo.