miércoles, noviembre 02, 2016

Un caracol se está comiendo las acelgas de mi huerta ataca de noche, no se encapucha; solo actúa con naturalidad lo hace por sobrevivir lo que él no sabe que yo planté las acelgas por las mismas razones y ahora nos encontramos en guerra se trata, podría decir: de vida o muerte.
Anoche le hice guardia lo encontré grande, gordito dispuesto a comer lo mío; lo tomé entre mis dedos se escondió en su caparazón. Sentí la tentación de apretarlo pero, opté por arrojarlo al jardín de mi vecina.

La Olla

  La Olla. La familia Barrera estaba sentada a la mesa; era la hora de almuerzo y esta vez a diferencia de los días anteriores la sopa tenía...