domingo, abril 21, 2019

Hoy mi primer cliente fue un vecino de unos cincuenta años, siempre me lo topo en la calle cuando anda paseando a su perro, conversa poco, quizás porque tiene cierto problema para hablar, es tranquilo y vive solo con su perro; trabaja haciendo aseo en una gran empresa y hace poco se compró un automóvil nuevo, automático. Me contaba de las grandes comodidades y garantías de su auto nuevo, su voz sonaba con orgullo y me dijo que se demoró diez años para tener ese sueño.
Finalmente me dijo ahora voy a tomar un cafecito con churros calientitos.

La Olla

  La Olla. La familia Barrera estaba sentada a la mesa; era la hora de almuerzo y esta vez a diferencia de los días anteriores la sopa tenía...