miércoles, junio 30, 2010

Gigantes

Gigantes: ¿Dioses o extraterrestres?
Madrid, España, lunes 29 de junio de 2010, por Silvia Velando, Mundo Misterioso.- Diseminados en los cinco continentes, se han descubierto restos arqueológicos de esqueletos humanos que demuestran que en la Tierra habitaron seres gigantescos. Además de desorientar a la comunidad científica, estos restos avalan las leyendas y tradiciones que el folclore popular ha recogido sobre “Los gigantes” con el paso del tiempo.
¿Son los gigantes únicamente protagonistas de historias fantásticas o, por el contrario, sus hazañas pertenecen a la memoria colectiva de la Humanidad y están basadas en relatos de lo que realmente ocurrió en el planeta? ¿Quiénes
construyeron las colosales estructuras megalíticas y desplazaron grandes monolitos como si de un juego se tratara? La Arqueología, hasta el momento, no ha ofrecido ninguna respuesta convincente. Resulta incómodo para los arqueólogos reconocer que hoy día no existen grúas ni aparatos elevadores capaces de mover y levantar titánicos bloques de piedra de ¡1.500 toneladas!, como es el caso de las terrazas de Baaalbek (actual Líbano). “Parece que bloques de estas dimensiones tuvieron que ser puestos allí por gigantes o miembros de una civilización que conocía los secretos de la levitación y la antigravedad”, escribe David Barclay en su libro Extraterrestres, la respuesta definitiva de los Ovnis.
Las construcciones de la isla de Pascua, Tiahuanaco, el yacimiento megalítico de Ollantaytambu, Cuzco, Machu Picchu, las islas Marquesas, la isla volcánica de Pohnpei en la Polinesia ... son una pequeña muestra de las muchas construcciones de estas características que existen en nuestro planeta, atribuidas por los habitantes locales a los “gigantes”. La figura del gigante se presenta en casi todas las culturas y sus leyendas. Las podemos encontrar en múltiples relatos mitológicos del viejo mundo: griegos, nórdicos, germánicos, hindúes, indoeuropeos, y también en el nuevo mundo como en las tradiciones de los mayas, de los aztecas y de los incas; así como en casi todos los libros sagrados de la antigüedad: el Lebhar Gabhale (libro de las invasiones) irlandés, el Ramayana hindú y hasta en la Biblia ¿Por qué hablar de unos seres que no existieron en realidad?
La Ciencia cree ver en su gran tamaño, una metáfora: el mito cosmogónico que simboliza el poder y la fuerza. Una simple magnificación de los poderes atribuidos a la figura humana. Pero autores como el ya citado David Barclay, clásicos como Erich von Däniken, Robert Charroux, Pierre Darcout, el ya fallecido Jimmy Guieu o el ex jesuita Salvador Freixedo, entre otros, creen ver en estos relatos los primeros contactos entre civilizaciones extraterrestres y los hombres de la Tierra. Algunos van más allá, como Zecharia Sitchin, y opinan que los extraterrestres que nos visitaron en la antigüedad fabricaron genéticamente al Ser Humano y crearon las primeras civilizaciones, como Sumer y Egipto, y bien pudieran haber sido seres de gran tamaño. Lo cierto, es que la búsqueda de la verdad nos lleva hasta tiempos remotos, donde las antiguas leyendas tradicionales dibujaban estos seres divinos y heroicos como auténticos.
Gigantes en la Biblia
La primera mención de la existencia de gigantes o “seres distintos” en la Tierra aparece en la Biblia, en el Viejo Testamento. En el Génesis 6, versículos 1 y 2, podemos leer: “cuando los hombres se habían multiplicado sobre la Tierra y habían procreado hijas, viendo los hijos de Dios que las hijas de los hombres eran hermosas, escogieron de entre ellas por mujeres a las que quisieron”. Los Nephilim (en hebreo gigantes) según se recoge en el Génesis 6, 4, existían en la Tierra por aquel tiempo: “Por entonces y también en épocas posteriores, cuando los hijos de Dios cohabitaban con las hijas de los hombres y éstas tuvieron hijos, aparecieron en la Tierra los gigantes. Éstos son los esforzados varones de los tiempos primeros, los héroes famosos”. Según Zecharia Sitchin, autor de El Duodécimo Planeta, nephilim significa literalmente “aquéllos que bajaron de los cielos a la tierra”. “Los traductores de la Biblia –explica Sitchin- supusieron que Nephilim significaba gigantes porque en otras partes se menciona que éstos eran también conocidos como Anakim, a la vez que el cuento sobre el gigante Goliat se afirma que él era descendiente de Anak; de aquí la conclusión: si Anak era un gigante, entonces los Nefilim que también eran Anakim, deberían ser gigantes”.
Por su parte, Robert Charroux, en El enigma de los Andes, ve a estos gigantes de la Biblia como “... seres superiores que engendraron la elite de los pueblos: Reyes, héroes e iniciados”. Su unión con las mujeres de los hombres –debían de ser bastante semejantes a la especie humana para poder acoplarse a éstas- produciría hijos más altos que los terrestres normales. Pero hemos de destacar una particularidad: algunos de los restos osteológicos pertenecientes a “gigantes” encontrados, tenían –como ya veremos posteriormente- seis dedos en cada una de sus extremidades. La Biblia también hace mención a este dato en Sam. 21, 20 y Paralipómenos 20, 6 “Hubo una batalla más en Gat, en la que se halló un hombre de alta talla que tenía seis dedos en cada mano y en cada pie, venticuatro en todo, que descendía también de Rafa”.
Para la Biblia, la raza de los gigantes desapareció con el diluvio pero, al parecer, uno de ellos se salvó. La leyenda nos cuenta que, al no caber en el Arca de Noé, se montó a horcajadas sobre ella. El gigante era tan grande que su cama medía unos 3,90 metros de largo por 1,80 de anchura. (Deuteronomio 3, 11).
Hallazgos por todo el mundo: las pruebas
Que en el planeta habitaron gigantes lo demuestra el hallazgo de restos humanos de extraordinarias dimensiones en la India, Tíbet, China, Sudamérica, África ... algunos con una edad aproximada de 45.000 años. Y no solamente huesos, sino también espadas, hachas, lanzas y otros instrumentos como picos de tal envergadura que para poder usarlos habría que tener una estatura de, por lo menos, ¡tres metros! Pero veamos algunos ejemplos.
En una gruta de Atyueca, cerca de Mangliss (en la antigua Unión Soviética), se encontraron esqueletos de hombres que medían entre 2, 80 y 3 metros. Éstos presentaban seis dedos en sus extremidades. Otros hallazgos científicamente admitidos son el gigante de Java (en el sur de China) y el gigante de China meridional. El primero con una antigüedad de medio millón de años y el segundo también con seis dedos en sus extremidades.
En Chenini (Túnez) se encontraron restos de tumbas de gigantes con esqueletos que medían más de tres metros. Transval (en Sudáfrica) es otro ejemplo similar al anterior.
Un esqueleto de fósil humano de 5, 18 metros de alto fue desenterrado en 1956 en Gargayan (Filipinas)
En Norteamérica, en el condado de Bradford (Pennsylvania) en 1880 fueron encontrados, en un túmulo sepulcral, esqueletos humanos cuyos cráneos mostraban unos cuernos de cinco centímetros, encima de los arcos ciliares. La altura promedio de los esqueletos era de aproximadamente 2,13 metros. Su antigüedad se calculó en 800 años. Algunos de estos huesos serían enviados al American Investigating Museum de Filadelfia, de donde parece que desaparecieron. Continuando en EE.UU (Glen Rose, Texas), en el lecho del río Paluxy, se hizo un gran descubrimiento paleontológico. Se pusieron al descubierto huellas gigantes de pisadas de 54, 61 cm de largo por 13.97 cm de ancho, pertenecientes a un homínido. Los geólogos concluyeron que el lecho del río correspondía a terrenos del cretácico a fines de la era mesozoica (140 millones de años). Pero lo más curioso del caso es que junto a estas huellas de homínido se descubrieron en el mismo estrato ¡huellas de dinosaurio (brontosaurios)!
El antropólogo alemán Larsan Khol halló asimismo, en 1936, a orillas del lago Elgasi de África Central, huesos pertenecientes a individuos enormes. ¿Una comunidad de diferente etnia?
A 6 km. de Safita (Siria) los arqueólogos hallaron hachas de mano de 3,8 kg. En Ain Fritisa (Marruecos oriental) se descubrieron picos de 32x 22 cm y 4,2 kg. de peso y hachas de dos filos con 8 kg. Tales dimensiones requerían una buena envergadura para poder utilizar estos instrumentos eficazmente.
Más recientemente, y en Marruecos también, se han hallado en una cueva de la región de Nador, en el norte del país, restos de tres esqueletos de niños pertenecientes a una raza desconocida de gigantes. Se trata de una zona próxima a las míticas columnas de Hércules, considerada patria del bíblico gigante Goliat.
Ciudad megalítica de Lixus (antigua Libia) se encontraron restos humanos de esqueletos de Homo Sapiens, con edades comprendidas entre los 10 y 12 años y una antigüedad de 20.000 años. Los esqueletos miden aproximadamente 2,25 metros de altura. Todos estos ejemplos son una pequeña muestra de los múltiples hallazgos que se suceden por todo el planeta y que no vamos a detallar para no caer en el aburrimiento, pero vamos a proseguir tan sólo un poco más en nuestro territorio.
Restos en España
En la península, y más concretamente en el norte del país, es donde mayor número de crónicas tradicionales se recogen. Los gigantes atávicos, considerados paganos por la religión cristiana, lejos de desaparecer han pervivido en los cuentos populares y nos han sido presentados como pertenecientes a una raza gigantesca, y no como una singularidad. En Cataluña “els gegants ” continúan presentes en muchas fiestas y representaciones. Se han integrado en las fiestas populares hasta el punto de que todas las comarcas tienen los suyos y forman parte del patrimonio cultural e histórico.
Los cuentos populares locales ubican al gigante ligado a numerosos megalitos, menhires y dólmenes. Los monumentos megalíticos eran construidos (según el folclore) por seres gigantescos durante la noche. En Portugal, a los dólmenes se les llama todavía Antas (tumba del gigante o construcción del gigante), puede que en honor al
gigante Anteo. En euskera a los monumentos megalíticos se les denomina Mairuen baratza (huerta de los gigantes o huerta de los gentiles, nombre este último con el que se les conoce en el territorio vasco). Por lo tanto, que la tradición universal designe a los dólmenes como las tumbas de los gigantes podría suponer más de una leyenda, si nos atenemos a las evidencias arqueológicas.
En principio, un yacimiento controvertido en restos de estas características lo constituye el dolmen de Oren, en Prullans, la Cerdanya (Pirineos catalanes). En 1917, al parecer, se descubrieron, entre otras piezas, fémures de entre 70 y 92 cm de largo. Aunque existe bastante confusión sobre la veracidad del hallazgo, el investigador Fernando Ledesma en su libro La Cerdanya, esmeralda mágica del Pirineo asegura que se encontraron siete esqueletos de la especie humana en el dolmen I, de gran envergadura. El escritor y periodista Miguel G. Aracil amplía que en realidad fueron nueve los esqueletos descubiertos de la época del Hombre de Cro.Magnon (cuando el hombre de este período no superaba, según lo establecido por la ciencia oficial, los 165 cm de altura). Estos restos fueron custodiados por la familia Casanovas en la Torre de Prullans, antigua casa palacio de los marqueses de Monistrol. Posteriormente, parte de estos restos se entregarían al Museo Arqueológico de Cataluña.
Lamentablemente aquí se pierde la pista de este material, pues el museo no reconoce haberlos visto nunca.
El caso es que arqueólogos y estudiosos han encontrado con relativa frecuencia huesos humanos de enormes proporciones en la Península Ibérica. En Garós (Pirineo de Lleida), al reconstruir el ábside de la iglesia, el párroco Mossèn Jaqquet encontró los restos de un gigante de tres metros de altura con un hierro clavado en el cráneo. En la reconstrucción de otra iglesia, en Urbasa (sistema montañoso entre Álva y Navarra) se encontraron restos humanos de tamaño ciclópeo.
También se han hallado esqueletos humanos de dimensiones gigantescas en Castilla; cerca de Medinaceli se encontró un cráneo y varios huesos; en León, en la iglesia visigótica de Marialba, esqueletos de tres metros de envergadura; y también en Cantabria, Girona (Besalú) .... Practicamente casi todos los restos se encuentran en paradero desconocido en la actualidad, quizá dispersados entre unas pocas docenas de coleccionistas de recuerdos. Pero la pregunta crucial es: ¿por qué ningún científico se entretiene en recoger y estudiar todos los datos, restos y pruebas disponibles? Es evidente que se echaría por tierra muchas teorías científicas.
Las Islas
Comentario aparte merecen los hallazgos efectuados en los archipiélagos españoles. Las construcciones megalíticas salpican las islas Baleares dejando constancia de ¿una civilización de gigantes? En Menorca, formando parte de la llamada cultura talayótica abundan las Taulas; formadas por una gran piedra vertical atravesada en su cúspide por una horizontal. El conjunto parece una T gigantesca, como una mesa para gigantes. En la misma isla existen también otras construcciones de piedra, las Navetas, unos grandes túmulos con forma de navío invertido. Cuenta la leyenda que la Naveta des Tudons, una tumba colectiva de la época pretalayótica, fue levantada por un gigante que competía por el amor de una giganta. Una de las constantes mitológicas menorquinas es la presencia de una raza de gigantes. Las tradiciones refieren que una tribu de estos seres habitó la isla. Luego, todos los monumentos prehistóricos han sido adjudicados a esta raza.
Evidentemente, todo esto no es más que una tradición, pero no deja de ser curioso que, en las postrimeras del siglo XVI, el padre Bautista Beninelis, historiador, hallara en una cueva de la cala San Vicente de Mallorca unos gigantescos huesos prehistóricos. En el conjunto megalítico del “rellotge” en CA NA costa (Formentera) en el interior de una tumba colectiva cuyo origen se remonta al 1900 a.c., se hallaron restos óseos que sobrepasaban los dos metros de altura.
Y llegamos al Atlántico y a nuestras maravillosas islas Canarias. También aquí existen supuestos restos relacionados con gigantes. Emiliano Bethencourt, descubridor de las famosas pirámides de Güímar, localizó un insólito enclave arqueológico que reavivaba el mito de los gigantes entre los guanches, antiguos habitantes de las islas: la llamada “medida de los gigantes”. Situadas en el desierto de granadilla, dos enormes siluetas humanas esculpidas en roca viva reproducen, según explicaba la tradición oral, a un matrimonio de gigantes guanches. Las dimensiones del contorno eran de 2,94 m el varón y 2,67 la mujer. Asimismo fue descubierta en un antiguo cementerio guanche, cercano al desierto de granadilla, una muela de extraordinarias dimensiones. En definitiva, otra prueba más que sumar a la larga lista de enclaves de restos osteológicos “humanos” que forman parte de nuestra historia oculta.

B. Brecht

B. Brecht
Enviado por Fernando Aravena Torres el 30/06/2010 a las 0:22
El peor analfabeto es el analfabeto político
Berlín, Alemania, martes 29 de junio de 2010, Rel-Uta.- Dice Bertolt Brecht (1898-1956) que “el peor analfabeto es el analfabeto político. El que no ve, no habla, no participa de los acontecimientos políticos. El que no sabe que el
costo de la vida, el precio del poroto, del pescado, la harina, del alquiler o de sus medicamentos, dependen de las decisiones políticas. El analfabeto político es tan burro que se enorgullece e hincha el pecho diciendo que odia la política. No sabe, el imbécil, que de su ignorancia nace la prostituta, el menor abandonado, el asaltante y el peor de los bandidos que es el político corrupto y el lacayo de las empresas nacionales y multinacionales”.
Estos conceptos de uno de los más grandes dramaturgos y poetas alemanes nos hacen recapacitar sobre un mal endémico que padecen algunas personas: la indiferencia ante una realidad sociopolítica acerca de la cual debería tenerse una mirada más atenta.
Muchos jóvenes, y quizá también muchos adultos, se enorgullecen de esa condición de “apolíticos”. No se trata de quienes no aceptan determinadas posiciones políticas porque, después de reflexionar, tienen una distinta, sino de los que -por incomprensión o escepticismo- se niegan a tomar una actitud política y permanecen, cómodamente, al margen de los problemas. Algunas veces quienes asumen esa postura manifiestan que no tienen definición política. Pasan por alto que desentenderse de los problemas es también una actitud política; quizá la peor, porque deja la solución de los mismos a la voluntad ajena. Esto resulta tanto más claro en un tiempo en que una de cuyas características más importantes es la globalización y muchos problemas nos afectan a todos.
En 1932 se estrenó una de las mejores obras de Brecht: Madre coraje. Tres años después, el nazismo lo privó de la nacionalidad alemana y ordenó la quema de sus libros. Brecht debió asilarse en Zurcí, Suiza. Pasó luego a Finlandia, en 1940, y a Estados Unidos en 1941. Durante su estadía en esos países escribió varias de sus obras maestras, que no se estrenaron hasta algunos años después. En 1947 realizó una breve estadía en Suiza y en 1948 pasó a Berlín Este, donde fundó, en 1949, junto a Helene Weigel, su esposa e intérprete de sus obras, la famosa compañía Berliner-Ensemble. En la última etapa de su vida se consagró a la dirección de la Berliner y a la adaptación de obras de autores clásicos: Shakespeare y Moliére, entre otros.
Sigmund Freud, cuya obra también fue condenada a la hoguera, comentó: “Menos mal que queman mis libros; en la Edad Media me habrían quemado a mí”. Marx, Mann, Ludwig y varios centenares de autores más, fueron condenados a las hogueras encendidas por el fascismo y el nazismo.
El hecho no dejó impasible a Brecht, que escribió que cuando se ordenó quemar a los libros con sabiduría peligrosa y carretas con obras fueron hacia las hogueras “con bueyes forzados a hacerlo”, uno de los poetas perseguidos, al revisar, con gran estudio, la lista de las condenadas al fuego quedó estupefacto porque su obra había sido olvidada. Fue entonces volando “en alas de la ira” hasta su escritorio y escribió una carta a las autoridades reclamando: “Quémenme, no me hagan esto a mí. ¿No he dicho siempre la verdad en mis libros? ¿Y ahora me tratan ustedes como si fuera un mentiroso? Yo les ordeno: ¡quémenme!”.
Se ha dicho que Brecht, además de una profusa obra, dejó un legado que puede sintetizarse en el siguiente trozo de “Las historias del señor Kremer”:
“En tiempos oscuros llegó un agente de los gobernantes a casa de un hombre que había aprendido a decir no. El agente reclamó como suyas la casa y la comida del hombre y le planteó: ¿me servirás de criado? El hombre lo acostó en la cama, lo cubrió con una manta, lo vigiló durante el sueño y le obedeció durante siete años. Jamás dijo una palabra. Una vez que pasaron los siete años, el agente, que había engordado a fuerza de comer, dormir y dar órdenes, murió. El hombre lo envolvió en la manta raída, lo arrojó fuera de la casa, limpió la cama, pintó las paredes, suspiró de alivio y respondió: „NO‟.
Tengamos el coraje de saber decir NO”.
Bertolt Brecht
Berlín, Alemania, martes 29 de junio de 2010, Wikipedia.- Eugen Berthold Friedrich Brecht nació el 10 de febrero de 1898 en el seno de una familia burguesa de Augsburgo, ciudad de Baviera. Su padre, católico, era un acomodado gerente de una pequeña fábrica de papel, y su madre, protestante, era una hija de un funcionario.
El joven Brecht era un rebelde que jugaba al ajedrez y tocaba el laúd. Se sentía atraído por lo distinto, lo extravagante, y se empeña en vivir al margen de las normas de su tiempo, de su recato y su sentido de disciplina. Desde muy joven demostró que estaba lleno de ideas para construir una sociedad distinta, mejor.
En la escuela destacó por su precocidad intelectual y terminó el bachillerato especial (Notabitur), al verse involucrado en un escándalo. Inicialmente influido por la euforia de la guerra, Brecht la criticó con el ensayo sobre el poeta Horacio (65 a. C.–8 a. C.) «Dulce et decorum est pro patria mori» («Dulce y honorable es morir por la patria»),
en el que se considera honorable morir por la patria y que Brecht considera como «propaganda dirigida» en la que sólo los «tontos» caen. Por ello fue castigado con la expulsión de la escuela. Sólo la intervención de su padre y el profesor de religión le evitaron el cumplimiento del castigo
Estilo
Todas las obras de Brecht están absolutamente ligadas a razones políticas e históricas y tienen un sobresaliente desarrollo estético. En realidad, en Brecht se encuentran siempre unidos el fondo y la forma, la estética y los ideales.
Desde sus comienzos se caracterizó por una radical oposición a la forma de vida y a la visión del mundo de la burguesía y, naturalmente al teatro burgués, sosteniendo que sólo estaba destinado a entretener al espectador sin ejercer sobre él la menor influencia. Brecht, desarrolló una nueva forma de teatro que se prestaba a representar la realidad de los tiempos modernos, y se encargó de llevar a escena todas las fuerzas que condicionan la vida humana.
Además de conmover los sentimientos, obligaba al público a pensar; en las representaciones teatrales nada se daba por sentado y obligaba al espectador a sacar sus propias conclusiones. Hasta el fin de su vida sostuvo la tesis de que el teatro podía contribuir a modificar el mundo.
Para ello fue creando una nueva idea del arte como comprensión total y activa de la historia: no contemplación lírica de las cosas y tampoco replegamiento sutil sobre la subjetividad, sino elecciones humanas y morales, verificación de los valores tradicionales y elaboración de una nueva presencia de la poesía en la sociedad.
Su llamado teatro épico, narrativo, continúa apuntando en las escenificaciones de hoy a provocar la conciencia crítica de espectadores y actores. Hay que desmenuzar el texto, no sentirlo, examinarlo desde lejos, tomar distancia del propio yo. Nada de sentimentalismos que provoquen lágrimas en el escenario.
Brecht hizo gala de antisentimentalismo, así como de su condolencia para los pobres y su sufrimiento, al tiempo que atacaba la falsa respetabilidad de los burgueses.
El famoso efecto de distanciamiento creado por Brecht es un arma contra el romanticismo y el sentimentalismo. La crítica social, la compasión con los seres humanos y el consiguiente cambio de la sociedad debían desempeñar el papel esencial. Así, las canciones interrumpen los parlamentos, el telón priva al escenario de la magia teatral, y un cartel plantea la exigencia.
Los actores de Brecht son sus alumnos: los deja actuar en el escenario y de ese modo edifican la pieza, mientras que el director la destruye. La genialidad y la ingenuidad mantienen un equilibrio. Esta combinación es el secreto del éxito de Brecht.
Brecht figura entre los autores más importante del siglo XX. Es el prototipo de intelectual revolucionario que ha tratado descifrar la realidad a través del arte. Lo cierto es que su obra teatral y sus numerosos escritos teóricos han ejercido enorme influencia sobre los escritores contemporáneos a él.
Curiosidades
- La famosa cita «Imagínate que hay una guerra y nadie va...» se ha atribuido erróneamente a Brecht. Tampoco es de Brecht el poema que comienza: «Primero se llevaron a los comunistas pero a mí no me importó, porque yo no era comunista...» ni es un poema, sino una frase del pastor protestante alemán Martin Niemöller. (Véase la cita original traducida del alemán en Wikiquote: Martin Niemoeller).
- Pero sí hay una cita famosa que el pronunció: «Hay hombres que luchan un día y son buenos, otros luchan un año y son mejores, hay quienes luchan muchos años y son muy buenos, pero están los que luchan toda la vida, y esos son los imprescindibles». Dicha cita, fue tomada por el cantautor cubano Silvio Rodríguez como introducción en una de sus canciones (Sueño con Serpientes) y también fue tomada por el cantautor mexicano Alejandro Filio en el cierre de una de sus canciones (El Hombre) . También está escrita en una placa a la entrada del departamento de ingeniería geográfica y técnicas de expresión gráfica de la E.T.S. de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de Santander (Cantabria, España).
- Como casi todos los intelectuales alemanes exiliados a causa de los nazis, mostró su apoyo por la Segunda República Española. Varias canciones militares para las Brigadas Internacionales se basan en textos suyos, o contaron con su colaboración, como Einheitsfrontlied ('La canción del frente unido').
- El músico de rock peruano Rafo Raez musicalizó un poema de Brecht llamado «El ciruelo».
- El grupo vasco Negu Gorriak musicalizó un poema de Bertolt Brecht traduciéndolo al euskera en la canción «Hiltzeko era ugari» ('Muchas maneras de matar' o "muchas maneras de morir").
- El grupo chileno Hombres a Tierra musicalizó una adaptación libre de un poema de Brecht llamado Canción de San Jamás.
- El cantautor vasco Mikel Laboa musicalizó muchos de los poemas de Bertolt Brecht traduciéndolos al euskera en varias canciones, entre otras: «Gaberako Aterbea», «Liluraren kontra».
- El grupo musical australiano "Dead Can Dance" le puso música a un poema de Brecht titulado "How Fortunate the Man with None" ("Into the labyrinth", 1993).
- El grupo de cantautores riojanos, Carmen, Jesús e Iñaki grabaron el poema de Brecht, titulado "El ciruelo", con música de Ramón Marín.
- El grupo de cantautores uruguayo, Canciones para no dormir la siesta grabó la canción "El Ciruelo" que hace referencia a Brecht en 1981.
Martín Niemoeller
Berlín, Alemania, martes 21 de junio de 2010, Wikiquote.- Martin Niemoeller, (*1892 - †1984) Pastor protestante alemán.
Citas
- "El amor al prójimo no conoce límites ideológicos ni confesionales".
- "Cuando los nazis vinieron...":
Cuando los nazis vinieron a buscar a los comunistas,
guardé silencio,
por que yo no era comunista.
Cuando encarcelaron a los socialdemócratas,
guardé silencio,
por que yo no era socialdemócrata.
Cuando vinieron a buscar a los sindicalistas,
no protesté,
por que yo no era sindicalista.
Cuando vinieron a buscar a los judíos,
no protesté,
por que yo no era judío.
Cuando vinieron a buscarme,
no había nadie más que pudiera protestar.
Poema "Cuando los nazis vinieron...", que trata acerca de las consecuencias de no resistir las tiranías en los primeros intentos de su establecimiento. El orden exacto de los grupos y las palabras están sujetas a disputa, ya que existen muchas versiones, la mayoría transmitidas oralmente. Martín Niemöller, su autor, menciona que no se trataba originalmente de un poema, sino de un sermón en la semana santa de 1946 en Kaiserslautern, Alemania “¿Qué hubiera dicho Jesucristo?”.
Esta cita frecuentemente se atribuye por error a Bertolt Brecht.

La Olla

  La Olla. La familia Barrera estaba sentada a la mesa; era la hora de almuerzo y esta vez a diferencia de los días anteriores la sopa tenía...