viernes, agosto 02, 2019

Hay horas en que estoy solo
Siempre en el atardecer
Siempre en agosto
Lo noto porque debo sacudir los muebles que empolvados se quedaron desde julio
O por las ventanas abiertas por donde entraron los gatos
Por los libros que comienzo a leer y no los termino
Por las horas que se van marcando sobre un viejo reloj de pared.
Hay horas en que estoy solo
Y me sorprendo espiando por la ventana de calle
Por si vienes, por si te acercas.
Una taza de café humea. Dos de azúcar y pruebo. Es ahora me digo, es ahora. Arreglo mi ropa, me peino con mis dedos.
Respiro hondo y voy hacia la puerta. Tengo cierta seguridad.
 Es ahora, ahora cuando llegas.

La Olla

  La Olla. La familia Barrera estaba sentada a la mesa; era la hora de almuerzo y esta vez a diferencia de los días anteriores la sopa tenía...