viernes, octubre 18, 2013

La Barra




El ómnibus, se detenía en el paradero cinco; Cristina, alta y bonita, volvía de su trabajo y ocupaba el tercer asiento. Ellos, subieron estrepitosamente, enarbolando banderas, con cantos ensordecedores, saltos y gritos  ¡que se paren los weones!

 Los pasajeros  asustados  escondieron celulares y objetos valiosos; los menos simularon dormir.

Cristina  se sintió aterrorizada cuando un barrero se sentó a su lado, la abrazó y vocifero: ¡es mi pierna! y muerto de la risa se levantó -

Cristina, miró por la ventana y aún temblorosa pensó menos mal que ganaron -

 

No hay comentarios.:

La Olla

  La Olla. La familia Barrera estaba sentada a la mesa; era la hora de almuerzo y esta vez a diferencia de los días anteriores la sopa tenía...