Tórtolas
Cuando era un niño mi padre me llevaba a Pirque a cazar tórtolas nos internábamos y nos deteníamos al acecho de los pájaros que salían volando al sentir nuestra presencia. Mi padre con su escopeta de dos tiros apuntaba y disparaba luego yo corría a buscar el ave muerta, aún puedo sentir el olor que despedían las tórtolas muertas y siempre su pecho manchado en sangre lleno de perdigones. muy entrada la tarde nuestra llegada a casa era recibida con curiosidad por parte de mis hermanos; por la noche ya estaba listo el causeo que mi padre adoraba preparar con estas aves, nosotros devorábamos los platos, hoy sentado en mi camioneta detenida a un costado de la feria de verduras una tórtola bajaba de su árbol y recogía la rama exacta para su nido, lo hizo varias veces muy cerca mio ella no sabía ni conocía del miedo a los cazadores.

No hay comentarios.:
Publicar un comentario