Una brisa playera pasa ligera por las calles despeinando los árboles y
acurrucando a las aves en sus nidos, mientras la puerta de casa se abre
ligeramente dejando entrar un extraño rocio playero que me estremece
La Olla. La familia Barrera estaba sentada a la mesa; era la hora de almuerzo y esta vez a diferencia de los días anteriores la sopa tenía...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario