miércoles, septiembre 19, 2018

Mi padre una de las pocas veces que nos llevó a la playa; nos llevó a Constitución, nosotros éramos unos niños y nos hospedamos en una hostal muy peculiar. Las dos piezas del frente eran ocupadas por ataúdes que vendían los dueños y que nosotros pasabamos rapidamente con los ojos casi cerrados.
Varios dias encontrabamos a cualquier hora al dueño de casa en pijamas y eso nos llenaba de preguntas, con los días supimos que su esposa le escondía la ropa para que el hombre no se arrancara a tomar.

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La Olla

  La Olla. La familia Barrera estaba sentada a la mesa; era la hora de almuerzo y esta vez a diferencia de los días anteriores la sopa tenía...