Mi padre una de las pocas veces que nos llevó a la playa; nos llevó a
Constitución, nosotros éramos unos niños y nos hospedamos en una hostal
muy peculiar. Las dos piezas del frente eran ocupadas por ataúdes que
vendían los dueños y que nosotros pasabamos rapidamente con los ojos
casi cerrados.
Varios dias encontrabamos a cualquier hora al dueño de casa en pijamas y eso nos llenaba de preguntas, con los días supimos que su esposa le escondía la ropa para que el hombre no se arrancara a tomar.
Varios dias encontrabamos a cualquier hora al dueño de casa en pijamas y eso nos llenaba de preguntas, con los días supimos que su esposa le escondía la ropa para que el hombre no se arrancara a tomar.
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