martes, febrero 12, 2019

Recién llegando de la terapia, cansado y con mucho calor. Me meto a la ducha, siento la frescura del agua fría, me quedo cabeza gacha  mientras el agua cae sobre mi cabeza y recorre mi cuerpo,  me voy mojado al living; me acuesto en el sillón, enciendo el ventilador y cierro los ojos para sentir el golpetear de las olas, la brisa marina que levanta un poco de arena, para quedarme así medio dormido hasta   el ocaso.

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