Hay cierto arrepentimiento
en esta noche fría
se puede sentir en la
tristeza que lleva la brisa,
que viaja cabizbaja
por los pasajes
claros como el día
por las nuevas luminarias.
Los perros duermen en sus guaridas,
hay un silencio cómplice
de los vecinos que espían
desde sus ventanas.
Ella besa apasionadamente
a su amante
dos casa más allá su mujer lo espera
descarado! grita una vecina desde su patio.
Es el momento en que los amantes se despiden.
Él avanza cabeza gacha a su casa.
Ahora todos vuelven a sus camas,
la noche se hace más calma.
Mañana será un día más,
nadie dirá nada.
En las poblaciones romper
el silencio puede ser caro.
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