La manzana rodó por la escalera
Ligera, graciosa, dando brincos
De princesa
Se detuvo frente a la puerta de salida.
Eva bajó los escalones presurosa,
Recogió la manzana, la limpio con ambas manos,
Le dio una mordida y volvió a subir las escaleras.
Era una mañana grata de otoño y una brisa suave entraba
Por la ventana, meciendo levemente la cortina rosa
De su cuarto. Un aroma dulce revoleteaba como mariposa,
Venía de un incienso que se quemaba muy cerca de la cama.
Eva terminó de comer su manzana leyendo una novela
De amor..
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