El otoño se quedó solo,
No hubo quien recogiera sus hojas,
Ni quién se subiera la solapa para protegerse del Racó,
O alguien que hiciera ruido con sus zapatos caminando con las manos en los bolsillos por culpa de una mañana calurosa y una noche fría,
El otoño se quedó solo con sus bandadas de pájaros surcando los cielos.
En el olvido quedó la lluvia ligera, la bastilla enlodada por el barro al girar la rueda de la bicicleta.
Las sopaipillas callejeras, las empanadas de queso en hornos improvisados en las esquinas y la voz del hombre gritando el maní confitado.
El otoño se quedó tristemente solo en medio de esta cuarentena.
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